Su tratamiento debe ser multidisciplinario, dicen los expertos. Es una enfermedad psiquiátrica de difícil manejo. La hipocondría es un trastorno mucho más serio de lo que se cree. Preocupación.
Mario Alberto Duque
Colprensa/El Colombiano/LA PATRIA
Medellín
Si le hablan de dolor de cabeza siente un punzón en la frente. Y si lee sobre fallas cardiacas empieza a preocuparse por una opresión en el pecho.
Pero no para ahí. Le pueden arder los ojos por una conjuntivitis inexistente, sufrir dolores en órganos sanos y en todo caso, presentar síntomas de una enfermedad que no padece.
Son los pacientes hipocondriacos, como Marcela Correa, que prefiere no ver, ni leer, ni oír, las secciones de salud de los medios de comunicación para evitar preocupaciones.
"Yo veo algo así y siento que algo me pasa, como que me empieza doler todo", dice esta estudiante de ingeniería.
Sus amigos se burlan porque en el bolso no le faltan los analgésicos y porque suele revisar, con frecuencia, si tiene el carné de su EPS a mano, "por si las moscas", dice.
Pero Marcela se define como una persona precavida. "Ante todo la seguridad".
Y aunque la preocupación de esta estudiante es lo que generalmente en la calle se denomina como hipocondría, la verdad no es tal.
"Hay unos criterios para definirla y tienen que ver con la cantidad de síntomas que no son corroborados por ningún examen clínico y debe tener varios de ellos", explica el psiquiatra Álex Benito.
Agrega este especialista que es una enfermedad relativamente rara y su consulta y tratamiento se da más en los consultorios de los médicos generales.
Otras voces
Aunque sí es, básicamente, la exageración de un síntoma y el convencimiento total de que ese síntoma es una enfermedad grave, es muy difícil tener un perfil de este paciente, opina el también psiquiatra Jorge Julián Calle Bernal.
Eso sí, hay algunas características que deben cumplir antes de ser diagnosticados: debe tener una duración de, al menos, seis meses. Debe haberse ya excluido otras enfermedades como trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo y trastorno depresivo mayor, explica Benito.
"Es un diagnóstico de exclusión, porque no se puede definir en una primera cita. Cuando hablamos de hipocondría es porque ya se han hecho todos los análisis", agrega Calle.
Nada de nada
Pero Marcela sabe que lo suyo es preocupación en extremo.
"A veces yo misma me sorprendo pensando en enfermedades que no corro ni el riesgo de tener", dice.
Pero eso no elimina que cada mañana, en el baño, revise su piel en busca de lunares raros o esté alerta al más mínimo cambio en su organismo, "por dentro o por fuera", para ir al médico.
"No voy todo el tiempo, pero si algo me preocupa, de inmediato pido la cita", comenta la estudiante.
En el consultorio
"Llegan con varios síntomas a la vez y la consulta es muy frecuente. Cada vez que pueden vienen e incluso presentan síntomas distintos en cada cita", recuerda la médica general Olga Elena Montoya Ochoa.
Sin embargo aclara que esos casos se le presentaron en su rural. "En mi consulta no los he tenido". "Es una enfermedad relativamente rara, poco común", insiste Benito.
Al hablar de su tratamiento los expertos coinciden: es un asunto de todos. Su manejo debe ser multidisciplinario.
Pero para lograrlo es necesario un buen diagnóstico, pues estos pacientes suelen consultar con varios especialistas dependiendo de su dolencia, lo que complica su detección.
"Se trata de hablarles, de calmarlos, explicarles que nada pasa, demostrarles con exámenes que no tienen ninguna enfermedad que los afecta, pero eso sí hay que atenderlos y hacerles las pruebas necesarias", dice la médica Montoya y recuerda que aunque no les duela nada su enfermedad es precisamente esa: la hipocondría.
Una enfermedad por sí misma
La hipocondría está enmarcada dentro de los trastornos somatomorfos, un grupo de síntomas psiquiátricos donde es común la presencia repetida y reiterada de síntomas somáticos. Según los especialistas, la hipocondría se define como la preocupación o miedo a tener una enfermedad grave o a malinterpretar los síntomas corporales.
Tomado de www.lapatria.com
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