ABOGADO Y COMENTARISTA
TENEMOS QUE formar un hombre/mujer nuevo/a. Nuestro estado social ha hecho de la vida una continua zozobra. Inseguridad. Imperio del delito. Desenfrenada codicia. Sed de enriquecimiento fácil y pronto. Crisis en la educación. Explotación constante de la libido. Abortos y alumbramientos de madres prematuras. Cinismo. Falta de escrúpulos. Justicia incierta y cuando no, burlada. Asaltos. Homicidios a diario. Tráfico de armas y de drogas. Y falta Donde quiera que toquemos sale el pus. El cuadro no puede ser más desesperante y desolador.
Somos actualmente país de una pujanza económicamente envidiable, pero con un pueblo, en su mayoría, de vida miserable. Constituimos un país en el cual se vulneran las leyes, sin sanción, porque hasta los más graves delitos pueden quedar impunes por una burlona farsa llamada "días multa". Y no es que reprobemos esto por completo, pero la medida debiera circunscribirse a delitos no graves y con escasa repercusión social.
Ahora, irremisiblemente, ante el panorama aterrador de un sociedad enferma y dañada, se impone sembrar civismo desde la infancia. Ha llegado el momento en que tenemos que disponernos a establecer un programa especial para lograr lo que debiera llevarse a las escuelas. Se hace indispensable una reunión de personas bien intencionadas que aporten sus conocimientos en materia de educación, sicología, sociología y cualquier otra especialidad que fuere necesaria para lograr, desde temprana edad, la forja del ciudadano del mañana.
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