Si durante el cuidado de sus descendientes no existió comunicación, se acabó la pasión y no se conocieron como personas de manera más profunda, puede complicarse mucho la convivencia y, por lo mismo, su situación matrimonial.
México.- Pese a que en las últimas décadas la edad de los hijos para independizarse o procrear se ha retrasado, los padres sufren aún del síndrome del "nido vacío", expuso el catedrático de la UNAM José de Jesús González Núñez.
En un comunicado, el profesor de la Facultad de Psicología (FP) detalló que este fenómeno no es exclusivo de la sociedad mexicana, ya que en todo el mundo los vástagos dejan el hogar por diferentes razones, como por contraer matrimonio, independizarse o hacer viajes largos.
Consideró importante prestar atención a este fenómeno, porque si no hay una base sólida detrás, puede generarse una crisis matrimonial.
Este síndrome, mencionó, debe ubicarse dentro de las etapas de evolución de la pareja; primero se da un desprendimiento de los cónyuges de su núcleo original, es decir los sujetos que buscan una relación se deben escindir de sus progenitores.
Después, abundó, viene su consolidación como cabezas de una nueva familia, el nacimiento de hijos, su crecimiento y el paso a la adolescencia, y repiten los mismos conflictos que sus padres (escolares, familiares, emocionales, sexuales, vocacionales y profesionales), los cuales pueden o no quedar resueltos.
A continuación sigue el reencuentro, es decir la etapa del "nido vacío", que termina con la vejez.
Cuando los vástagos se van, ambos experimentan el aislamiento y sentimientos de depresión ante la ausencia, debido a que sus actividades de crianza han terminado.
Si durante el cuidado de sus descendientes no existió comunicación, se acabó la pasión y no se conocieron como personas de manera más profunda, puede complicarse mucho la convivencia y, por lo mismo, su situación matrimonial, explicó.
Si bien en el "nido vacío" existe la necesidad de admitir y buscar lugar a nuevos miembros, como los nietos, también es importante que la pareja, al quedar sola, busque nuevos espacios mentales, convivir y reencontrarse, apuntó.
Tomado de www.milenio.com
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