Por Helen Aguirre Ferré DIARIO LAS AMÉRICAS Los padres lo sospechaban hace tiempo. Ahora, la Asociación Médica Americana (AMA) está estudiando el tema. ¿Pueden los juegos de video y computadora ser adictivos en la misma forma que las drogas y el alcohol? El Dr. Mohammed K. Khan del Consejo de Ciencias y Salud Pública del AMA cree que sí. En su informe "Efectos Emocionales y de Comportamiento, Incluyendo el Potencial Adictivo de los Juegos de Video," calcula que entre 10 y 15% de los jugadores sufren por el uso excesivo, un mínimo de dos horas al día, que crea una condición mental equivalente a las dependencias asociadas con las drogas. Los que juegan en exceso, juegan más de 20 horas a la semana. Eso no es todo. Según el Dr. Khan, jugar los juegos de video en exceso puede causar otros síntomas físicos y emocionales, tales como convulsiones, tendonitis, agresividad a corto plazo y otros problemas sociales. Información convincente llevó al AMA a adoptar directrices para alentar un mayor estudio del potencial de la dependencia de los juegos de video como un desorden mental en su reunión anual en Tucson, Arizona, la semana pasada. Como era de esperarse, aunque los expertos en salud mental dicen que este es un problema real que va en aumento, los devotos jugadores de los juegos dicen que el problema no es tan serio, pero los expertos creen que los jugadores pueden no ser capaces de hacerse un diagnóstico propio que sea exacto. En efecto, muchos médicos consideran los juegos de video como una adicción real, reportando dramáticos aumentos en los últimos dos años que crean síntomas muy parecidos a los de otras adicciones en que la vida profesional y privada son alteradas. Lo que sucede es muy parecido a las dependencias del alcohol y otras drogas cuando las personas se desconectan socialmente de sus vidas normales. Muchos médicos opinan que el público general ignora las características obvias de la adicción porque creen que para que haya adicción debe ingerirse algo. Sin embargo, estudios de cómo funciona el cerebro demuestran que el uso excesivo de los juegos de video puede alterar la función normal del cerebro, algo similar a un corto circuito eléctrico, lo que lleva a ciertos jugadores vulnerables a la depresión o conducta antisocial que afecta la vida familiar. Y entonces es cuando uno sabe que hay un problema serio. Aunque los jugadores creen que pueden dejar de jugar en cualquier momento, al igual que aquellos que creen que pueden controlar lo que beben "socialmente" y su consumo de drogas, los que juegan videos sienten la urgencia de continuar jugando para "superar" las marcas reportadas por el mejor jugador. Esta compulsión de competir y jugar continuamente a la larga resulta destructiva. Cuando a un jugador se le interrumpe un juego, se hacen más aparentes su mal humor, agresividad y depresión. Algo de esto puede ser exacerbado por el contenido de algunos juegos que son notoriamente violentos. Algunos de los peores son juegos en que la cantidad de sangre es impresionante, por ejemplo, uno en el que perros policía matan a prisioneros que escapan y tienen un botón que cuando se presiona impide ver cómo la sangre fluye de la víctima cuando está muriéndose. Piensan que si no hay sangre no hay violencia. ¿Le suena familiar? Ciertamente. Según la Asociación de Programas de Entretenimiento por Computadora, más de un 70% de los jefes de familia juegan juegos de video, aunque no todos al punto del exceso. ¿Pero no sabemos nosotros de niños y en particular jóvenes que pasan horas obsesionados con estos juegos? ¿Y por qué a estos programas de video se les llama "juegos" causando que las familias crean que como es un "juego" es algo que sus hijos pueden usar para jugar? Aunque la industria del entretenimiento dirá que los juegos de video son simplemente eso, entretenimiento, al igual que todo lo demás, si se usan en exceso, se convierten en adicción.
Tomado de www.diariolasamericas.com |
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miércoles, 4 de julio de 2007
Una nueva adicción
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