La violencia contra las mujeres es un mal extendido, que afecta la vida cotidiana de un elevado número de personas. La privacidad del hogar y las ligaduras familiares y económicas suelen llevar a que los problemas derivados de la violencia de género sean prolongados.
Esta forma de violencia tiene como trasfondo prácticas culturales machistas y autoritarias. Modificar esas pautas, castigar la violencia y brindar contención y ayuda a las mujeres afectadas son verdaderos desafíos institucionales, en los que están en juego el respeto, la consideración igualitaria de las personas y el ejercicio de la autonomía individual.
En este sentido, en Buenos Aires se celebró la III Reunión de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, en la cual se destacó la falta de eficacia de las acciones dirigidas a aliviar un mal que degrada la vida de miles de personas.
Entre las fallas diagnosticadas se encuentra la actitud de los operadores judiciales, que suelen descalificar a las víctimas y dejar impunes a los perpetradores. Además, las denuncias suelen no ser investigadas.
Como en nuestro país no hay un sistema de relevamiento que ordene la información, sólo existen estadísticas parciales. Así, por ejemplo, se sabe que en la provincia de Buenos Aires, de las 7.200 denuncias y 12.400 exposiciones civiles por violencia familiar registradas entre marzo y noviembre de 2005, el 90% ha tenido como víctimas a mujeres. El 30% de las afectadas quedaron expuestas a la violencia por un período de entre 10 y 20 años.
Por la gravedad y extensión de esta violencia, las instituciones deben implementar medidas más firmes y extendidas, que logren una creciente realización de los ideales normativos de igualdad y respeto en el ámbito doméstico.
La violencia de género es muy extendida y tiene consecuencias de largo plazo. Una reciente reunión de expertos en el tema señaló fallas en las instituciones involucradas en la lucha contra ese problema.
Tomado de www.clarin.com
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