M. MANCISIDOR
«La violencia de género nos afecta a todos en nuestras relaciones interpersonales y ya es un problema social importante», dijo ayer la primera ponente del curso de verano de la Universidad de Oviedo sobre perspectivas e intervenciones sociosanitarias en violencia de género, María Elena Sopeña Vallina, de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Gijón. La experta reflexionó sobre el maltrato a mujeres y analizó posibles soluciones contra la violencia de género.
Una de las propuestas de Sopeña Vallina fue contundente: crear equipos formados por expertos en violencia de género para trabajar a nivel jurídico, educativo y sanitario. «En 1990 elaboré un trabajo sobre violencia de género y desde entonces se ha sumado voluntad política y el compromiso de muchos sectores como el jurídico o el sanitario», dijo la representante de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, quien añadió: «Ahora necesitamos también el compromiso de la sociedad y debemos exigir equipos capacitados para trabajar la violencia de género».
Para Sopeña, el Gobierno regional es consciente de la necesidad de contar con una red que se dedique a atender casos de violencia de género, pero, a pesar del interés del Principado, según Sopeña, se necesitan ya equipos de profesionales. «A pesar del trabajo ya realizado, tenemos que exigir grupos de expertos y recalco el término grupos porque, además de psicólogos, los equipos deben estar formados por otros profesionales médicos, de tal forma que se preste una atención integral a las mujeres víctimas de violencia machista», añadió Sopeña, quien trabaja, además, con un objetivo: que los hombres participen en la formación de una sociedad más igualitaria.
Igual de reivindicativo se presentó ayer el representante de la dirección médica del área sanitaria I que corresponde a Jarrio, Antonio Fierro Campayo, quien ofreció dentro del curso sobre violencia una charla sobre la sensibilización a los profesionales del Servicio de Salud. Para Fierro Campayo, Atención Primaria debe tener un plan para atender los casos de violencia de género. «En urgencias se atiende una crisis pero es Atención Primaria la que ve crecer los casos de violencia de género, por eso creo que es importante que exista un equipo de profesionales sanitarios que trabajen para atajar la violencia machista», matizó.
Dicho equipo, explicó Campayo, estaría formado por profesionales que podrían bien desplazarse a domicilios o trabajar en los consultorios. «Nos planteamos la violencia de género como un problema de salud pública y la puerta está abierta a todos los profesionales, aunque por el momento nuestra propuesta está parada, dentro de un tiempo la sacaremos a la calle pero ahora ofreceremos cursos, charlas y actuaremos de puente entre los servicios médicos de Atención Primaria y las mujeres que sufren violencia de género», comentó.
«La violencia de género nos afecta a todos en nuestras relaciones interpersonales y ya es un problema social importante», dijo ayer la primera ponente del curso de verano de la Universidad de Oviedo sobre perspectivas e intervenciones sociosanitarias en violencia de género, María Elena Sopeña Vallina, de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Gijón. La experta reflexionó sobre el maltrato a mujeres y analizó posibles soluciones contra la violencia de género.
Una de las propuestas de Sopeña Vallina fue contundente: crear equipos formados por expertos en violencia de género para trabajar a nivel jurídico, educativo y sanitario. «En 1990 elaboré un trabajo sobre violencia de género y desde entonces se ha sumado voluntad política y el compromiso de muchos sectores como el jurídico o el sanitario», dijo la representante de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, quien añadió: «Ahora necesitamos también el compromiso de la sociedad y debemos exigir equipos capacitados para trabajar la violencia de género».
Para Sopeña, el Gobierno regional es consciente de la necesidad de contar con una red que se dedique a atender casos de violencia de género, pero, a pesar del interés del Principado, según Sopeña, se necesitan ya equipos de profesionales. «A pesar del trabajo ya realizado, tenemos que exigir grupos de expertos y recalco el término grupos porque, además de psicólogos, los equipos deben estar formados por otros profesionales médicos, de tal forma que se preste una atención integral a las mujeres víctimas de violencia machista», añadió Sopeña, quien trabaja, además, con un objetivo: que los hombres participen en la formación de una sociedad más igualitaria.
Igual de reivindicativo se presentó ayer el representante de la dirección médica del área sanitaria I que corresponde a Jarrio, Antonio Fierro Campayo, quien ofreció dentro del curso sobre violencia una charla sobre la sensibilización a los profesionales del Servicio de Salud. Para Fierro Campayo, Atención Primaria debe tener un plan para atender los casos de violencia de género. «En urgencias se atiende una crisis pero es Atención Primaria la que ve crecer los casos de violencia de género, por eso creo que es importante que exista un equipo de profesionales sanitarios que trabajen para atajar la violencia machista», matizó.
Dicho equipo, explicó Campayo, estaría formado por profesionales que podrían bien desplazarse a domicilios o trabajar en los consultorios. «Nos planteamos la violencia de género como un problema de salud pública y la puerta está abierta a todos los profesionales, aunque por el momento nuestra propuesta está parada, dentro de un tiempo la sacaremos a la calle pero ahora ofreceremos cursos, charlas y actuaremos de puente entre los servicios médicos de Atención Primaria y las mujeres que sufren violencia de género», comentó.
Tomado de www.lne.es
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