Si un profesor no muestra entusiasmo por su propia materia, no podrá crear un interés en los alumnos.
Un profesor universitario comprobó que algunas tareas son asumidas por los jóvenes con una actitud "automática" y una absoluta falta de motivación, de compromiso, dado que comprometerse es vincularse de manera hasta afectiva con lo que uno hace, porque siente que tiene importancia.
"Un alumno me entregaba las guías de estudio escritas con letra casi ilegible. Un día me entregó una poesía y estaba escrita con una letra muy distinta, casi perfecta. Se notaba que había un interés en él de que ese texto fuera comprensible", contó el docente Joaquín Acevedo.
Si el docente tiene verdadero interés en lo que hace, podrá transmitir esa motivación al alumno, en opinión de Acevedo. "El docente enseña con el ejemplo. Si los alumnos lo ven entusiasmado con un libro, se van a interesar ellos también", afirmó.
La importancia de la motivación para incentivar al esfuerzo es un concepto de suma importancia para el psicólogo español César Coll, autor de "Constructivismo escolar e intervención educativa".
El catedrático de psicología evolutiva sostiene que el esfuerzo no es una condición sino el resultado de un proceso en el que interviene la motivación del alumno. "Se esforzará si piensa que vale la pena. Por lo tanto, es un problema que se traslada a los profesores y al sistema educativo", sentencia Coll.
A veces los docentes exhiben falta de compromiso -según dijo Acevedo- porque temen exponerse ante sus alumnos. "Por ejemplo, si un profesor recita un texto o una poesía ante la clase, puede llegar a establecer un vínculo con el otro. Pero a veces no lo hace porque siente miedo al ridículo", señaló.
Tomado de www.lagaceta.com.ar
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