| A la hora de elegir compañía, cada mujer tiene su gusto particular: algunas miran el rostro, otras los ojos y muchas el cuerpo. Sin embargo, parece que las cuerdas vocales tendrían un rol determinante a la hora de elegir pareja, especialmente si lo que se busca es tener muchos hijos. |
Un estudio realizado por profesionales de la Universidad de McMaster, Canadá, concluyó que los hombres que tienen un tono de voz más bajo suelen tener más niños que sus congéneres de tono alto.
David Feinberg, uno de los autores, ya había concluido en investigaciones anteriores que este rotundo éxito se debe a que las mujeres consideran "atractivos" a los señores de tono grave, ya que este atributo se relaciona con una personalidad dominante, edad mayor, buena salud y masculinidad.
Visto desde la vereda opuesta, se asegura que ellos buscan a las mujeres de tono de voz alto, que según este equipo se asocia a la subordinación, la feminidad, la salud y la juventud.
EXPLICACIÓN POSIBLE: LA TESTOSTERONA
Feinberg vinculó ambos patrones de conducta a los niveles de testosterona en los hombres y estrógeno en las mujeres. En el primer caso, la mayor concentración de esta hormona traería beneficios al sistema inmunológico e implicaría tener la fuerza física indispensable para cazar. A ellas, el estrógeno les incrementaría las posibilidades de quedar embarazadas.
La investigación publicada en la revista "Biology Letters" se realizó en la tribu de los Hazda de Tanzania, una de las últimas culturas de cazadoras-recolectores.
El ejemplo es central, ya que allí no se utiliza ningún tipo de control de natalidad moderno, y por lo tanto el éxito reproductivo se asocia directamente a la fertilidad natural. Por su forma de vida similar a la de nuestros ancestros, sus costumbres podrían iluminar ciertos aspectos del pasado remoto del ser humano o explicar facetas de la evolución que la cultura moderna oculta.
Este estudio podría dar cuenta, entre otras cosas, de por qué las voces de las mujeres y los hombres son tan diferentes. El equipo no descarta que, miles de años atrás, los tonos de uno y otro hayan sido similares, pero la selección natural se encargó de marcar la divergencia que escuchamos hoy.
FINGIR ES POCO RECOMENDABLE
Feinberg advierte a aquellos hombres dispuestos a cambiar el tono de voz a la hora de seducir que se abstengan: es muy fácil darse cuenta cuando una persona finge. Por lo tanto, deberán recurrir a sus propios encantos personales o a otras ventajas naturales para ganar el favor de la dama que quieren.
(www.saludyciencias.com.ar) | |
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