ANDER ASTOBIETA, URÓLOGO
«Hay hombres que pierden el deseo por problemas físicos, pero son muy pocos» dice el experto
EXPERTO. El urólogo Astobieta, durante la entrevista. / JORDI ALEMANY
El urólogo Ander Astobieta ha visto casi de todo en su consulta.
-Decía John Lennon que la vida comienza a los 40. ¿Usted, como urólogo, también lo cree así?
-Yo tengo más de 40 y estoy convencido de que sí. Cada edad tiene lo suyo, pero a partir de esa edad, la vida es más estable. Que haya problemas de erección a los 40 o a los 50 no quiere decir que con eso se acabe el mundo.
-¿El declinar del hombre comienza con la pérdida de erección?
-¿No, hombre! Eso es un mito. A partir de los 40 o de los 50 se da un envejecimiento fisiológico. Hay que se conscientes de ello y no pretender seguir siendo joven a los 120, que es una tontería como una casa. Fíjese que las recomendaciones para envejecer saludablemente son siempre las mismas.
-¿Cuáles son?
-Que no tenga usted sobrepeso, que habitualmente esté delgado, que controle el azúcar, haga ejercicio, no fume...
-¿Puede un hombre perder el deseo?
-Sí.
-¿Es algo común?
-Es frecuente. Puede ocurrir por una causa hormonal, porque hay una relación entre el deseo y la testosterona, pero son muy pocos, muy pocos, muy pocos. El resto es un problema de tipo psicológico.
-¿Los urólogos ahí no tienen nada que hacer?
-¿Ojo, que cuando hablamos de una causa de tipo psicológico no estamos diciendo que uno esté chalado! ¿Cuántos años llevas con tu mujer? ¿Claro, es que llevas 35 o 40 años con la misma y ése es el problema! Entiéndase, que puedes llevar ese tiempo con tu pareja y estar encantado; pero obviamente tu relación no es la misma con 20 años que con 60.
-¿Cuáles son las señales que deben encender las alarmas?
-Hablamos de problemas de erección cuando fallas de forma continuada y tienes una incapacidad para conseguir una relación satisfactoria. ¿Que tengo falta de apetito sexual? Habría que analizarlo.
-Analícelo...
-En algunos cuestionarios se pregunta '¿Te encuentras cansado?' ¿Claro, es que ya no tengo 20 años! 'Sí, ¿pero se duerme después de cenar? Y yo respondo, ¿por supuesto! ¿Y antes! Yo era residente en el hospital de Cruces y me podía quedar dormido en cualquier esquina a la una del mediodía. Tenía 30 años y no me ha pasado nada. Si llego a casa a las diez de trabajar, pues ceno y me duermo. No estoy enfermo, estoy agotado.
-¿Qué diría que es llegar a los 40 ó 50 con dignidad?
-Estar contento con uno mismo. Si uno es feliz y respeta su salud llegará a los 40, los 50 y a los 60 con dignidad. La teoría me la sé fenomenal, ja, ja.
-¿Qué espera de hoy, que pregunten más los hombres o que lo hagan las mujeres por ellos?
-Esto es una apuesta, claro; pero ellas son más curiosas. Antes solía decirse que lo mejor es abordar estos problemas en pareja, pero la realidad es que no son muchos los que vienen acompañados a la consulta. Suelen acudir solos.
-¿Prefiere atender la disfunción eréctil en pareja?
-¿A mí me da igual! Una cosa es la erección y otra la pareja. Hay quienes tienen un rollo por ahí y funcionan con su ligue pero no con su pareja; y aunque le parezca mentira, también he conocido algún caso al revés. La relación sexual es tan complicada y la mentalidad del varón tan compleja que cada paciente es un mundo.
-Decía John Lennon que la vida comienza a los 40. ¿Usted, como urólogo, también lo cree así?
-Yo tengo más de 40 y estoy convencido de que sí. Cada edad tiene lo suyo, pero a partir de esa edad, la vida es más estable. Que haya problemas de erección a los 40 o a los 50 no quiere decir que con eso se acabe el mundo.
-¿El declinar del hombre comienza con la pérdida de erección?
-¿No, hombre! Eso es un mito. A partir de los 40 o de los 50 se da un envejecimiento fisiológico. Hay que se conscientes de ello y no pretender seguir siendo joven a los 120, que es una tontería como una casa. Fíjese que las recomendaciones para envejecer saludablemente son siempre las mismas.
-¿Cuáles son?
-Que no tenga usted sobrepeso, que habitualmente esté delgado, que controle el azúcar, haga ejercicio, no fume...
-¿Puede un hombre perder el deseo?
-Sí.
-¿Es algo común?
-Es frecuente. Puede ocurrir por una causa hormonal, porque hay una relación entre el deseo y la testosterona, pero son muy pocos, muy pocos, muy pocos. El resto es un problema de tipo psicológico.
-¿Los urólogos ahí no tienen nada que hacer?
-¿Ojo, que cuando hablamos de una causa de tipo psicológico no estamos diciendo que uno esté chalado! ¿Cuántos años llevas con tu mujer? ¿Claro, es que llevas 35 o 40 años con la misma y ése es el problema! Entiéndase, que puedes llevar ese tiempo con tu pareja y estar encantado; pero obviamente tu relación no es la misma con 20 años que con 60.
-¿Cuáles son las señales que deben encender las alarmas?
-Hablamos de problemas de erección cuando fallas de forma continuada y tienes una incapacidad para conseguir una relación satisfactoria. ¿Que tengo falta de apetito sexual? Habría que analizarlo.
-Analícelo...
-En algunos cuestionarios se pregunta '¿Te encuentras cansado?' ¿Claro, es que ya no tengo 20 años! 'Sí, ¿pero se duerme después de cenar? Y yo respondo, ¿por supuesto! ¿Y antes! Yo era residente en el hospital de Cruces y me podía quedar dormido en cualquier esquina a la una del mediodía. Tenía 30 años y no me ha pasado nada. Si llego a casa a las diez de trabajar, pues ceno y me duermo. No estoy enfermo, estoy agotado.
-¿Qué diría que es llegar a los 40 ó 50 con dignidad?
-Estar contento con uno mismo. Si uno es feliz y respeta su salud llegará a los 40, los 50 y a los 60 con dignidad. La teoría me la sé fenomenal, ja, ja.
-¿Qué espera de hoy, que pregunten más los hombres o que lo hagan las mujeres por ellos?
-Esto es una apuesta, claro; pero ellas son más curiosas. Antes solía decirse que lo mejor es abordar estos problemas en pareja, pero la realidad es que no son muchos los que vienen acompañados a la consulta. Suelen acudir solos.
-¿Prefiere atender la disfunción eréctil en pareja?
-¿A mí me da igual! Una cosa es la erección y otra la pareja. Hay quienes tienen un rollo por ahí y funcionan con su ligue pero no con su pareja; y aunque le parezca mentira, también he conocido algún caso al revés. La relación sexual es tan complicada y la mentalidad del varón tan compleja que cada paciente es un mundo.
Tomado de www.elcorreodigital.com
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