Llegadas las vacaciones, una época del año en que muchos encuentran propicia para reencontrarse con sus parejas gracias a la falta de obligaciones laborales que condicionan la vida sexual durante el resto del año, no todos logran cumplir sus expectativas y ahí es cuando empiezan los replanteos.
Mientras que para algunos las relaciones durante este periodo son más imaginativas, relajadas e intensas, otros tantos se deprimen al ver que nada cambia o incluso, empeora. Contrario a lo que se cree, si existe un problema de antemano en la pareja, el tiempo libre y la distensión en los horarios empeoran el vínculo en vez de mejorarlo.
"Si bien las vacaciones podrían funcionar como un buen afrodisíaco, algunos descubren que pese a la falta de preocupaciones diarias, tienen serios problemas para disfrutar del sexo, de una lectura, una charla o una simple caminata", explica la sexóloga y psicóloga Diana Resnicoff, quien también dicta talleres de seducción, erotismo y sexualidad femenina.
En vacaciones, también es necesario planificar la intimidad. En coincidencia, Adrián Helien, médico psiquiatra y sexólogo del Hospital Durand, considera que la desilusión aparece cuando la persona deposita en la época vacacional la solución a sus conflictos de pareja.
"Cuando la falta de tiempo es realmente el problema, las vacaciones son un momento de intimidad y de aumento de la frecuencia y calidad de las relaciones sexuales. Pero cuando las dificultades son otras, ya sea mala comunicación, descalificación de alguno de los dos o mutuas agresiones, las discusiones se agravan", resume el especialista a .
Planear el encuentro
Quedó claro entonces, que para mejorar la calidad de vida sexual se necesita de algo más que tiempo. En especial, aquellos que tienen hijos. Como explica Helien, cuando hay chicos de por medio, es más difícil encontrar momentos para la intimidad si no se planearon con anticipación.
"Se necesita proyectar la intimidad y ser creativos para obtenerla cuando hay factores en contra. Un cuarto para la pareja, una puerta cerrada, un espacio para el placer deben estar contemplados siempre que el presupuesto y las ganas lo permitan", aconseja el sexólogo.
si existe un problema de antemano, el tiempo libre y la distensión en los horarios empeoran el vínculo.
Por otra parte, las salidas con parientes y amigos, sin pensar en la intimidad, también pueden opacar las vacaciones.
Demasiadas expectativas
Los solos y solas son un tema aparte. En principio, los especialistas recomiendan bajar el nivel de expectativas, a veces desmedidas, respecto a las posibilidades reales de conocer a un nuevo amor durante el verano.
"Hay que ir dispuesto al encuentro. Abiertos a las posibilidades que las vacaciones ofrecen. Desesperarse no ayuda, al contrario, puede malograr el tiempo tan valioso para descansar y encontrarse con uno mismo sin las presiones del trabajo cotidiano", destaca el sexólogo del Hospital Durand.
A eso, hay que sumarle la incertidumbre que genera la primera vez en la cama con otra persona. En general, según Helien, las primeras relaciones sexuales están cargadas de ansiedad ante el nuevo encuentro, el deseo de agradar, la falta de confianza y la poca intimidad conseguida.
Hacerlo en esta época puede resultar complicado, es verdad, pero no imposible.
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