Rosangélica Conte
Los besos, las caricias y el sexo ya no es igual que en el noviazgo, o por lo menos en el primer año de matrimonio. Es evidente que la temperatura ha bajado, cada vez que quieres ella no, qué casualidad que el día que tu chica amanece con ganas, simplemente te niegas. A la hora de dormir te preguntas que estará pasando, ¿será que ya no se aman?, ¿será que la pasión se fugó de sus camas?, o simplemente ¿tendrá otro? Lo más seguro es que nada de lo que imaginas está sucediendo, y es que pueden haber un millón de causas que no tienen nada que ver con la falta de amor o la infidelidad. Lo primero que deben hacer cuando reconocen que la relación tiene un problema de apetito sexual es conversar y tratar de no perder esa comunicación. Los psicoanalistas aseguran que los desacuerdos en la frecuencia de las relaciones sexuales le ocurren a casi todas las parejas y pueden ser muchos los factores que contribuyen a reducir la pasión. Como son los problemas económicos, las ansiedad o depresión, dificultades en el trabajo, insatisfacción profesional, el temor de no satisfacer a su pareja o no ser satisfecho, las causas pueden ser tantas que no vale la pena enumerarlas. Para los profesionales, la terapia es de gran ayuda; aseguran que se debe identificar el bloqueo de esta inapetencia sexual. Algunas de las posibles causas: Problemas fisiológicos: Pueden deberse a una disminución ocasional de hormonas, lo cual generalmente es tratado con medicamentos. La rutina diaria: En la terapia de pareja comprenderán qué los hace evitar sensaciones eróticas. Platiquen sobre lo que pasa y lo que sienten, manteniendo una actitud positiva que les ayude a aumentar su libido. Cambien las técnicas sexuales en la práctica. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario