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miércoles, 30 de abril de 2008

Que influye en la falta de placer sexual en la mujer

 
 

Son muchas las variables que pueden causar la disfunción sexual en las mujeres, lo cual incluye principalmente las cuestiones psicológicas, los cambios en las hormonas, la menopausia, el embarazo y el parto.

 Si consideramos que por lo menos el 40 por ciento de las mujeres en Norteamérica (uno de los países que realiza estadísticas con mayor precisión) sufre hoy de un cierto nivel de disfunción sexual, vemos que la ficción de la película no está muy lejos de la realidad.

 Aunque la escena de la película en la que Sally falsifica el orgasmo puede resultar divertida, la disfunción sexual en las mujeres no es nada gracioso. Los expertos de la salud afirman que el sexo forma parte de una vida saludable, de modo que si alguna mujer tiene dificultades en lograr el placer sexual, no puede gozar de una buena calidad de vida.

Variables
 Son muchas las variables que pueden causar la disfunción sexual en las mujeres, lo cual incluye principalmente las cuestiones psicológicas, los cambios en las hormonas, la menopausia, el embarazo y el parto.

 La pérdida de deseo sexual suele ser más común con la tensión premenstrual, y al poco tiempo de dar a luz. También suele declinar alrededor del momento de la menopausia natural.

 Además, una libido disminuida, puede afectar a las mujeres que han experimentado una histerectomía en sus 20 y 30 años, así como a quienes se hayan realizado una terapia de reemplazo de hormonas.

Estimulantes
 Si bien como hemos visto la buena sexualidad puede ser afectada por un gran número de causas, un problema sexual puede ser la primera muestra de que hay algo mal en tu cuerpo.

 Esta baja de libido se podría accionar, por ejemplo, por enfermedades médicas como la diabetes, la tensión arterial alta, y la depresión, por lo que siempre debes consultar con tu médico.

 Afortunadamente para las mujeres que están sufriendo de un cierto tipo de disfunción sexual, hoy en día existen varias terapias para solucionar el problema.

 En los países asiáticos, las mujeres sanas incluyen a menudo en sus prácticas sexuales varios estimulantes y afrodisíacos herbarios. Actualmente, el mundo occidental ha empezado a incorporar estos remedios herbarios usados durante siglos por las personas de estas culturas, que además se están refinando y combinando para aumentar las sensaciones y el apetito sexual. (Fuente: Msn)

   Para tomar en cuenta

 Es importante comprender, sin embargo, que todo lo que se toma para mejorar la sexualidad sirve para mucho más que para eso, pues como se sabe el sexo es una parte irremplazable de nuestra salud física y mental global.

 

martes, 29 de abril de 2008

La perdurabilidad de la pasión es un mito romántico

 
 
Carlos Yela es autor de 'El amor desde la psicología social: ni tan libre ni racionales' y de 'Análisis psicosociológico del comportamiento amoroso'. Ayer ofreció una conferencia sobre paradojas románticas desde el ángulo de la psicología social, dentro del II Congreso Nacional de Estudiantes de Psicología.

-¿La adicción a la pareja es una de las paradojas románticas?

-No tanto la adicción, como la oposición entre compromiso e independencia. Encontrar el equilibrio entre ambas cuestiones, socialmente impuestas, no es fácil y el efecto más exagerado es la dependencia total de la pareja.

-¿Todo el mundo se enamora de la misma manera?

-Existe un nivel de análisis individual porque cada persona es un universo único, pero el proceso del enamoramiento tiene varias partes claras que son biológicas, químicas, genéticas, sociales..., que puede estudiarse y medirse.

-¿Cómo se entiende la infidelidad en este contexto?

-La infidelidad no sólo es un universal humano, sino también un común en los animales, incluso en aquellas especies que se creían monógamas. Es el caso de muchas aves, que son monógamas, pero no sexualmente, sino a la hora de tener descendencia. Como ejemplo, un estudio reciente decía que entre un 10 y un 70% de las crías no corresponden con el padre genético.

-¿La tendencia es a tolerar la infidelidad?

-No lo creo. Es cierto que este tipo de relaciones dependen del tipo de sanción que se aplique, porque la vida social se regula por este tipo de acuerdos, pero no creo que tendamos a ello.

-¿Pesa aún la biología a la hora de escoger pareja?

-Es que no creo que escojamos de quién nos enamoramos de forma tan consciente como creemos. En este proceso hay una serie de factores irracionales, o 'arracionales', emocionales e instintivos, que nos afectan. Ahora bien, el peso de lo biológico, aunque no es fácil de ver, está presente. No cabe duda de que somos animales y de que incide en el proceso de enamoramiento.

-¿Por qué seguimos buscando después de las malas experiencias?

-Hay un motivo biológico de transmisión genética, pero también hay razones sociales. Existe una presión social hacia el emparejamiento que nos venden ya desde las películas y los cuentos infantiles. Y hay motivos psicológicos: enamorarse es una experiencia muy enriquecedora.

-¿El amor dura tres años o es lo que llega después?

-Efectivamente, los biólogos han determinado que la pasión amorosa, que tiene rasgos físicos claros como el sudor en las manos, dura entre tres o cuatro años. Esta primera fase de amor romántico o pasional da paso a un amor compañero. La cuestión es cómo nos enseñan a interpretar ese declive de la pasión.

-¿Y cual es la tendencia?

-Pues a interpretar que cuando se acaba esa pasión se acaba el amor. Uno de los mitos románticos de nuestra cultura es el de la perdurabilidad de la pasión amorosa, que si de verdad amas a tu pareja debes de sentir lo mismo que el primer día toda tu vida. Nos enseñan que es lo que debe ser, lo que genera frustración. CARLOS YELA PROFESOR DE PSICOLOGÍA
 
 

La química del matrimonio feliz

 


      
¿Puede la estrecha convivencia mantener siempre fuerte y armoniosa la relación de una pareja o, por el contrario, deteriorarla y provocar la ruptura? Los últimos hallazgos en el campo de la química cerebral indican que ambas cosas son posibles. Si una pareja no logra superar los escollos de las distintas etapas del matrimonio, quizá acabe por separarse. A menudo la ruptura es predecible porque el cerebro dicta una serie de reacciones naturales durante cada fase de la relación. De la manera como se afronten esas etapas depende que el matrimonio dure o se termine.

Llevo 20 años estudiando cómo la química cerebral de hombres y mujeres influye en el matrimonio, desde la etapa del enamoramiento hasta la de consolidación de la vida en pareja. Comprender las diferencias conductuales que existen entre el varón y la mujer puede ser la clave para que el amor perdure toda la vida.

Etapa 1. Enamoramiento

Cuando dos personas se enamoran, ocurren cambios en su cerebro. Aumenta mucho su secreción de feromonas (sustancias que actúan como señales sobre los sentidos), así que cuando se huelen o miran, es como si sus mentes se fusionaran. La alta concentración de la hormona oxitocina puede hacer que soslayen o no se percaten de sus respectivas conductas molestas, pero al final la pasión disminuye y la relación pasa a otra etapa.

Etapa 2. Desencanto

Al cabo de unos meses, la química cerebral y hormonal empieza a cambiar, y la parte "pensante" del cerebro --la corteza-- comienza a percibir los defectos de la pareja. Entonces sentimos mutuo enojo, irritación e incluso cierto temor. Si nos casamos durante la etapa 1, en la segunda etapa podemos empezar a poner reparos.

Mientras el marido se apoltrona frente a la televisión en vez de conversar con su esposa, ella quizá comience a preguntarse: ¿En qué estará pensando? Se siente rechazada, sobre todo porque él ha dejado de revelarle sus emociones y sentimientos.

Por su parte, él no entiende por qué su mujer ha empezado a criticarlo por "pequeñeces". Llevan unos años de casados y quizá ya tengan un hijo. ¿Qué más quiere ella? Aunque él sabe que está fallando en algo, no se le ocurre cómo remediarlo.

Se han disipado las sustancias cerebrales que prevalecían en la etapa del cortejo y el enamoramiento, y la pareja siente desilusión. En ese momento resulta fácil atribuir la falla a nuestro cónyuge y pensar: No es la misma persona con quien me casé.

Con todo, es normal pasar por este periodo de confusión, de merma de sustancias químicas en el cerebro de ambos. Es también un paso indispensable para que sus mentes tan disímiles "se fusionen" y empiecen a funcionar coordinadamente.

Etapa 3. Lucha de poder

La pareja que experimenta el desencanto suele enfrascarse luego en una lucha de poder. Ambos contrarrestan la merma química tratando de lograr que el otro vuelva a ser como era (o creían que era) en la etapa de enamoramiento. Mientras dura esta lucha, afrontan la dificultad adicional de ser neurológicamente "distintos", ya que su respectivo cerebro los hace pensar, comportarse e incluso amar de manera muy diferente.

Se trata de un periodo doloroso, y por estar enfrascada en la lucha de poder, la pareja no se percata de que sus diferencias cerebrales en realidad pueden ser la clave para que su matrimonio dure toda la vida.

Mientras se encuentra en esta etapa, el hombre quizá desee realizar más actividades independientes, y la mujer, tener más contacto con sus amistades. Aunque esta tendencia se origina en conductas y funciones de género aprendidas, las diferencias se acentúan por efecto de hormonas como la testosterona y los estrógenos.

¿Cómo repercute esto en el matrimonio? Una de las principales razones por las cuales las parejas se atacan despiadadamente durante la etapa de lucha de poder son las actitudes que hombres y mujeres tenemos respecto a la independencia conyugal. No resulta sorprendente que muchos matrimonios que acaban en divorcio duren entre siete y ocho años, en promedio: el mismo tiempo que cada persona invierte en tratar de que su pareja "cambie".

Sin embargo, la naturaleza no nos permite dar marcha atrás al reloj químico y neurológico, y el ciclo de vida sigue su curso. Una nueva etapa de la relación comienza cuando ambos cónyuges se descubren por fin como hombre y mujer y como amantes. Para ello es necesario que los dos cobren conciencia de ciertos elementos que habían permanecido ocultos bajo la superficie.

Etapa 4. Despertar

Lo que muchas parejas no consiguen entender es que, antes de asumir cierta independencia en su relación, hay un paso previo que les pasa inadvertido a ambos. Durante las tres primeras etapas del matrimonio, los esposos mantienen una convivencia muy estrecha, lo que anula sus respectivas individualidades. Un hombre puede considerar una pérdida de tiempo las emociones de su mujer, así como su necesidad de comunicación, sus deseos sexuales e incluso su actitud hacia las tareas domésticas. A su vez, ella puede percibir como egoístas o amenazadores los hábitos, pasatiempos, preocupaciones de trabajo y la necesidad de independencia de su marido.

Durante la cuarta etapa, la pareja "despierta": cobra conciencia de que la estrecha cercanía en que han vivido no es tan saludable y que ahora deben separarse en un sentido psicológico. Esta separación no implica divorciar-se: significa comprensión recíproca. Durante el despertar, la parte pensante del cerebro prevalece y contrarresta las reacciones emocionales que podrían generar conflictos y una sensación de pesadumbre por la pérdida o disminución de la pasión.

Así, cuando la mujer hace algo que molesta al marido, éste quizá se contenga, guarde silencio y se limite a pasar por alto el asunto. A su vez, cuando él hace algo que a su esposa le resulta enfadoso, ella podría decir comprensivamente: "Ahora entiendo de qué se trata esto".

Al final, los hombres se dan cuenta de que las mujeres tienen razón: si no hay suficiente cercanía, lo más probable es que la relación se vaya a pique. Pero también los hombres están en lo correcto: si no se goza de suficiente independencia, es muy probable que ocurra lo mismo.

Cuando nos alejamos demasiado de nuestro cónyuge, se va extinguiendo el amor de que disfrutamos al principio, mas la relación tampoco sobrevivirá si hay tal cercanía que uno de los dos impida que el otro se sienta libre. La clave del éxito estriba en comprender las ventajas de la química cerebral masculina y femenina.

Etapa 5. Consolidación

El equilibrio entre las formas prototípicas de relación entre hombre y mujer constituye un estado de amor equilibrado al que yo llamo "independencia íntima". La lucha de poder se termina, y la pareja adopta las estrategias del amor maduro, que fomentan la independencia y la intimidad al mismo tiempo. Los esposos ahora conviven, crían a sus hijos y dan y reciben amor, pero no porque se hayan vuelto iguales, sino porque han aprendido a ser felizmente distintos.

Cómo fomentar la intimidad

Las parejas felices:

· Establecen ritos de apego, como salir solos a cenar, llamarse por teléfono o enviarse mensajes electrónicos cuando alguno de los dos sale de viaje. Tales hábitos se convierten en los pilares que sostienen la relación, pero cada momento del matrimonio no tiene que ser íntimo siempre: ambos saben que esos ritos mantienen la fuerza del amor cuando la vida se vuelve complicada y estresante.

· Se tratan con amabilidad y respeto en por lo menos 95 por ciento de sus interacciones. Aunque solemos creer que nadie merece un mejor trato que nuestra pareja, cuando nos enfrascamos en la lucha de poder pensamos más bien que debe ser nuestro blanco para desfogar el estrés. Los lóbulos frontales de nuestro cerebro cumplen su función con madurez cuando nos damos cuenta de que la amabilidad es fundamental para tener un matrimonio feliz.

· Resuelven sus desavenencias en vez de dejar que la situación empeore. Es cierto que se enojan y discuten, pero se ofrecen disculpas por su mal genio y procuran solucionar los conflictos. En caso necesario, acuden a sus familiares y amigos o a especialistas en busca de ayuda.

Cómo defender la independencia

Las parejas felices:

· Respetan sus excentricidades y diferencias, sobre todo las de género. Si el marido acapara el control remoto cuando ven televisión, la mujer, en vez de enojarse, lo tolera de buen grado. Y cuando ella quiere hablar sobre sus sentimientos, él sabe lo importante que es esto para su esposa y se da tiempo para escucharla.

· Mantienen su círculo personal de amigos (por lo común mujeres en el caso de ella y hombres en el de él) y se alientan para conservar esas amistades. Con el tiempo llegan a descubrir que, aunque su cónyuge es su mejor amigo, aún satisfacen muchas de sus necesidades emocionales a través de otras personas.

· Se conceden distintos dominios conyugales. Si para uno es muy importante una actividad especial, pasatiempo, deporte o cierta forma de socializar, el otro lo respeta y alienta. Así, cada uno tiene espacios, tiempos y actividades propios que le brindan libertad e independencia.

Es fundamental tener conciencia de que los sentimientos que existen entre los dos tal vez cambien con el paso de los años y que ese cambio es normal. La química cerebral determina en parte que esto ocurra, así que resulta inútil tratar de evitarlo. Es mejor dejar que la biología lo guíe a uno hacia la comprensión y hacia un amor natural y perdurable. A fin de cuentas todos los seres humanos somos criaturas de la naturaleza, y ella sin duda es muy sabia.

Tomado de www.selecciones.com.mx

 

Conozca las fobias más secretas de los ricos y famosos

 
 

 

Fobias. Aquellos miedos ocultos, intensos y desproporcionados que muchas veces nos llevan a situaciones extremas como el desmayo o el llanto, también forman parte de la vida cotidiana de las celebridades.

Algunos son extravagantes y otros un tanto ridículos; lo cierto es que la sensación de pánico termina afectando a todos por igual.

Los expertos explican que el origen de las fobias se remonta a situaciones traumáticas vividas por el individuo en el pasado, generalmente cuando se es niño y se prolongan hasta la vida adulta de manera desproporcionada.

Miedo a la oscuridad (acluofobia, escotofobia)
El actor Keanu Reeves se ha visto envuelto en más de un aprieto debido al miedo que le provoca los lugares oscuros. Al grabar escenas de películas como The lake house o Matrix reloaded, el artista se ha visto obligado a pasar varias horas lejos de la luz solar.

Miedo a las alturas (acrofobia, altofobia, batofobia)
Curiosamente, uno de los actores que padece de esta incómoda fobia es Tobey Maguire, quien durante las grabaciones de El hombre Araña se vio obligado a recurrir a la ayuda de efectos especiales y dobles para evitar pararse varios metros lejos del suelo.

Miedo a los lugares públicos (agorafobia, agarofobia, agoraphobia)
Kim Basinger prefiere pasar varias semanas encerrada en casa para evitar salir sola a las calles. La actriz sufre de un terrible pánico a las multitudes y a los lugares abiertos.

Miedo a los truenos (Astrafobia)
La diva del pop Madonna padece de una terrible fobia a los truenos. Amigos cercanos a la cantante aseguran que la artista tiene a comportarse como una niña aterrada cada vez que anuncian una tormenta.

Miedo a las cucarachas (Fobia a las cucarachas)
Las cucarachas son una verdadera pesadilla para la actriz Scarlett Johanson, quien puede hasta desmayarse cada vez que uno de estos insectos se cruza en su camino.

Miedo a Volar (aerofobia)
Artista como Jennifer Aniston, Whoopi Goldberg o Colin Farrel, pasan un mal momento cada vez que tienen que tomar un vuelo comercial. En varias oportunidades la protagonista de Friends ha preferido rechazar un contrato para ahorrarse el disgusto de tener que subir a un avión.

Miedo a las mariposas (fobia a las mariposas)
Nicole Kidman se estremece de miedo cada vez que ve una mariposa. Un miedo poco común, pero igualmente desproporcionado, que la ha llevado a rechazar millonarios contratos.

Miedo al agua (hidrofobia)
La actriz Carmen Electra, quien saltó a la fama gracias a su participación en la serie Guardianes de la Bahía sufre de fobia al agua. Cada capítulo del exitoso programa resultó una verdadera tortura.

Otros artista han confesado fobias como Uma Trurman, quien confesó ser claustrofóbica; Brad Pitt, no puede resiste ni un segundo cerca de los tiburones; Justin Timberlake, tema a las serpientes; Orlando Bloom, siente gran pánico cuando ve un cerdo; Daniel Radcliffe tiene miedo a los payasos; y Michael Jackson vive traumado por los gérmenes.

Tomado de www.rpp.com.pe

 

El mito de la media naranja

 En relación a la pareja existen ideas que pueden facilitarnos la convivencia y otras que nos la pueden dificultar considerablemente. Algunos conceptos que se transmiten sobre el amor y la pareja no son excesivamente realistas y no nos preparan para afrontar de forma adecuada los conflictos que puedan surgir en una relación.

En el presente artículo trataremos sobre un mito muy extendido entre la población, y que causa muchas frustraciones: el mito de la 'Media Naranja'. En este mito se asume que cada persona es una mitad de un todo, no es un ser completo por sí mismo/a, sino sólo una parte que se tiene que sumar a otra para formar un todo, siendo esa otra parte 'la pareja ideal'. La media naranja, con la que se formará una naranja completa.

Es una idea se transmite sobre todo a las mujeres, a las que con frecuencia se les hace creer que existe una especie de príncipe azul, alguien perfecto para ellas, que les ha deparado el destino y que, tarde o temprano, encontrarán. Este mito transmite varias ideas muy perjudiciales para las parejas de la vida real:

Da por supuesto que los seres humanos no somos un ente completo, sino una mitad incompleta de algo, y solos o solas nuestra existencia tiene menos sentido o menos valor. Es decir, la vida de un ser humano no tiene sentido o valor por sí sola, sino encontrando a su mitad. Y muchas personas sienten realmente que solas no valen tanto, y que tener pareja da una especie de estatus (esto se transmite sobre todo a las mujeres).

Pero lo cierto es que sólo las personas que saben ser felices con ellas mismas, pueden compartir su felicidad con otro. La felicidad o la satisfacción no es algo que nos aporte o nos dé una pareja. Es algo que tienen las personas por sí solas y por ello pueden compartirlo con otras. Independientemente de que una pareja pueda, efectivamente, contribuir a aumentar una felicidad o bienestar que ya existía.

Además, habría que señalar que este mito parte de la base de que hay alguien hecho a la medida de cada uno y de cada una, que encaja perfectamente con nosotros (con nuestra forma de ser, de pensar, de comportarnos, nuestros gustos, nuestros ideales...). Por lo tanto, en el amor el único esfuerzo que se requiere es el de encontrar a nuestra mitad. La mayoría de los cuentos infantiles, por ejemplo, reflejan este mito y sitúan todas las dificultades y los problemas en ese proceso de búsqueda y establecimiento de la relación de pareja. Y lo demás, ya se sabe, es "ser felices y comer perdices".

Se supone que una vez encontrada la pareja, y fijada su unión, no es necesario hacer ningún esfuerzo por mejorar la relación o mantenerla, por cuidarla a diario, por prestarle atención y dedicación, por negociar y entenderse. Se supone que no será necesario hacer frente a ningún tipo de frustración o desencuentro, ya que esta persona encajará perfectamente con nosotros en todo.

Puesto que cada persona es una media naranja de otra, si dos personas que son pareja discuten o tienen problemas, según este mito se debería a que no están con la mitad adecuada. Las mitades adecuadas no tienen problemas (no es el hombre o la mujer de su vida). Por tanto, se da por supuesto que es el destino, y no el esfuerzo de los miembros de la pareja, lo que inicia y mantiene el amor, y lo que hace que la relación siga viva y en armonía.

Las personas que creen en este tipo de pareja suelen tolerar muy mal las diferencias individuales, interpretándolas como una falta de amor, o incluso como un ataque personal de su pareja hacia ella/él. Cuando se detectan diferencias individuales (por ejemplo, a ella le gusta el deporte y a él no), se interpretan como signos de que la otra persona no es la media naranja verdadera. No es el hombre o la mujer ideal.

Las personas que mantienen este ideal de pareja con frecuencia desean hacer todas las actividades junto a su pareja, desean que todos sus amigos/as sean comunes, que sus gustos y aficiones sean las mismas, pasar todo el tiempo posible junto a la otra persona... en definitiva, que ya no haya vida individual para cada uno de ellos, puesto que son pareja. En estas personas son frecuentes las afirmaciones del tipo: "Si no viene mi pareja, no me lo paso bien".

Estas creencias tipo media naranja son las causantes de los juegos del tipo "adivina lo que pienso", "adivina lo que me hiciste", o "adivina lo que necesito", de forma que comunicar gustos o preferencias se vuelve complicado, fastidioso o problemático.

En terapia las personas con este modelo de pareja suelen utilizar frases del tipo "si me quisiera de verdad, sabría lo que me gusta", "si de verdad me amara, se fijaría más y no sería necesario que yo se lo pidiera", "no entiendo cómo no se da cuenta, me parece increíble que tenga que explicarle que no me gusta que haga esto", "creo que si tuviera un poco de interés se pondría en mi lugar, y no sería necesario que yo le explicara".

Y, de hecho, muchas de las personas que mantienen estas creencias son auténticos expertos en "leer el pensamiento" de su compañero o compañera (tratar de adivinar sin comunicarse con palabras las cosas). Pero también es posible que uno de los dos no tenga excesivo acierto a la hora de adivinar el pensamiento de la otra persona, y entonces surgen las discusiones.

Lo cierto es que todas las personas, hombres y mujeres, tienen su parte de "príncipe" y su parte de "sapo". No existen las parejas ideales, sino que existen parejas formadas por personas con más características en común, y que además negocian y se comunican de forma efectiva, de cara a complacerse mutuamente, y a resolver problemas o dificultades que puedan surgir.

*María Victoria Ramírez es psicóloga y sexóloga

Tomado de www.elconfidencial.com

 
 

miércoles, 23 de abril de 2008

Nada es más seductor para una mujer, que un hombre sensible...

 

 

... Pero por desgracia eso pocos varones lo saben y entienden, debido a que la mayoría han tenido una educación sexual tradicional y callejera, que entre otras cosas, les prohíbe manifestar sus sentimientos

Frecuentemente se hace referencia, a la educación recibida por los padres, la cultura, los valores religiosos, la sociedad, la timidez, los conflictos de pareja, etc.., como las causas del bajo deseo sexual femenino. Pero se hace poca referencia a las posibilidades que tiene la mujer, cuando es madre, de hacer un cambio en estas situaciones de las cuales fue víctima su sexualidad.

El asunto de cómo las madres educan a sus hijos sobre la sexualidad masculina, nos lleva a reflexionar sobre algunos puntos fundamentales en la forma en que los hombres aprenden sexualidad. La tradición comienza, cuando se trasmite al hijo varón, el modelo de "siempre listo", el mito del pene grande y cuanto más profunda la penetración, más gozo. ¿Más gozo para quién? Obviamente, que estos valores culturales hacen referencia a un gozo masculinizado del placer sexual, proveniente de "educación sexual tradicional y callejera" recibida por el hombre.

¿Qué pasa por la cabeza de las madres cuando dicen acerca de su hijo: "éste no se va a dejar de las viejas; va a ser bien macho; y sobretodo no se va a dejar manipular; etc.. El hombre educado tradicionalmente, con máscaras para ocultar sus temores, reprimir emociones, no manifestar sentimientos; con pobres destrezas para comunicar emociones, espera que su pareja adivine.

Cuando su mujer, que no es adivina, le hace preguntas que implican hablar de sus emociones, se molesta, se defiende para no mostrar "debilidad emocional". Nunca se les enseñó que lo más seductor para una mujer es un hombre sensible a las emociones, que necesitamos de ese estímulo para excitarnos; que es erótico y sensual oír: cómo me gustas, cuánto te quiero, qué divino se siente tener sexo contigo, etc.. La mujer necesita erotizar el pensamiento como fuente de estímulo sexual y este estímulo es cada vez que se va tener sexo, como la gasolina del carro, no basta con decirlo una vez, hay que hacerlo frecuentemente. Por la falta de ese estímulo, disminuye el deseo sexual en la mujer.

Definitivamente los valores trasmitidos al hijo varón, fortalecen las conductas de las cuales ha sido víctima nuestra sexualidad femenina. Sería mejor enseñarles a ser excelentes amantes de sus esposas, que las exciten con sus hermosos atributos, cómo deben vestirse y desvestirse para el placer femenino, a ser sensuales cuidadores de la relación con su mujer, y a verbalizar sus sentimientos y emociones cada vez que van a tener sexo.

¿Por qué no se motiva a los varones a que sean mejores en la intimidad, en lugar de esperar "fantasiosamente" que su mujer sea una conejita de Play boy robotizada en la cama?

Deberían saber, que por las obligaciones del trabajo doméstico gratuito y la complejidad cotidiana, las mujeres están expuestas a un cansancio físico y emocional no reconocido; que a las 10:30 de la noche cuando el hombre está apurado para dormirse y listo para el acto sexual, porque tiene que madrugar al otro día, su mujer está fría como un refrigerador porque él no ha hecho su trabajo de estímulo sensual durante el día.

Si a los hombre les hubieran enseñado, que primero tienen que seducirnos, erotizando nuestro pensamiento; relajarnos para lograr un descanso físico reparador de energía; acariciarnos, más de 20 minutos porque somos táctiles y requerimos eso, para excitarnos que fisiológicamente llegue cinco veces más de sangre a la zona pélvica que la que necesita el hombre para su erección, lograría tener sexo con su pareja cada vez que quisiera.

Pero como casi nunca hacen eso, ellos después muy preocupados se preguntan: ¿No sé por qué ella no quiere tener sexo? ¡Siempre tiene una excusa! Obvio… Y quien no va a tener una excusa cuando se le pide tener sexo como si fuera un amigo, así no funciona la sexualidad de la mujer. Vamos mujeres eduquemos a nuestros hombres diferentes!

Tomado de www.elaviso.com

 
 

Psicoterapia, para qué sirve

Por: Bárbara C. Pérez García

Todo el mundo quisiera resolver sus problemas con una varita mágica, olvidando que la solución muchas veces se encuentra en nosotros mismos.

Un psicoterapeuta puede ayudarnos a ver lo que está oculto por telerañas de miedo que construimos desde nuestra niñez.

El camino de la psicoterapia, también conocida como terapia emocional, pretende desbloquear aquellas experiencias ocultas en el inconsciente que generalmente afectan a un individuo desde la niñez.

Algunos acontecimientos provocan que un niño (generalmente el más sensible o inteligente de una familia) se proteja con una especie de caparazón para no ver o registrar algo que le afecta directamente, como las peleas entre sus padres, la tristeza de sus abuelos o el resentimiento por pensar que quieren más a alguno de sus hermanos.

Claro está que sería todo mucho más fácil si supiéramos de antemano qué ocasionó nuestra tristeza o apatía, por qué somos demasiado groseros con mamá o la razón por la que retamos a nuestros padres o maestros.

Pero la terapia no se ocupa del "por qué" sino del "para qué", lo que se ejemplifica claramente cuando vemos que un niño hace berrinches para obtener la atención de mamá.

Si lo consigue una vez lo hará con mayor frecuencia. Todo esto, por supuesto, es a nivel inconsciente.

Todas las corrientes terapéuticas coinciden en señalar que la base para que una persona supere sus problemas se encuentra en el vínculo que se forma entre terapeuta y afectado, es decir, la relación significativa.

Así, el paciente depositará en el profesional sus frustraciones, miedos, enojos y alegrías en la medida que se establezca una confianza profunda y duradera.

De esta manera se genera un compromiso, un pacto entre ambos, donde el terapeuta, quien también ha sido paciente, confiará cien por ciento en el aquejado, lo aceptará tal y como es, y lo confrontará con sus experiencias para que vea lo que le cuesta trabajo descubrir por sí mismo.

Ese es el principio del cambio.

Sin embargo, la gente que requiere terapia deberá romper con los prejuicios que todavía existen, los cuales señalan a este método como propio de locos.

Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, llama a esta postura "resistencia", es decir, la parte de una persona que está conforme con lo conocido y no quiere cambiar, lo que se complementa con la llamada "transferencia negativa", actitud que hace que el paciente vea en el terapeuta todo aquello que odia o no acepta de sus figuras materna y paterna.

Como puede usted observar, la solución a muchos de nuestros problemas está a la vuelta de la esquina, pero requiere que seamos capaces de entender que el primer paso corre por nuestra cuenta.

 
 
 

lunes, 21 de abril de 2008

Que NO decir en la primera cita

 
 
 


La primera cita con una persona es algo complicado. Hay muchos temas de conversación que no se pueden tocar ¿Querés saber cuáles son?



Probablemente más de una vez te haya pasado. Tuviste una cita que iba a la perfección, muchas miradas, el amor estaba en el aire, pero...de un momento para otro todo se fue por la borda. Tu compañero se despreocupó y nunca te volvió a llamar.

Esto sea probablemente porque dijiste algo que no debías. Tuviste demasiada confianza y hablaste demás. Por este motivo todavía estás esperando su llamado y levantando el teléfono para ver si tiene tono y funciona correctamente.

Estudia esta lista de cinco cosas que realizó la gente de Match.com que nunca debes decir antes de la segunda cita.

Relaciones anteriores

No hay nada peor que una cita que habla de un amor pasado. 'Me trató mal' o 'Era tan buena conmigo'. La primera cita no es el momento de suspirar por tus amores.

Otras citas

Esto siempre hace sentir a uno estúpido. Es como si estuvieras diciendo 'Esto es una competencia, y vos te estás quedando atrás'. Si tu cita capta que estás jugando a ese juego, decíle chau a la segunda.


Compromiso inmediato

Muchas personas pueden estar buscando lo mismo que vos, pero muchas otras pueden sentir tu desesperación. Si te pasas tus primeras citas investigando una pareja para un compromiso potencial, estarás teniendo primeras citas durante mucho.


La relación con tu familia

Todos tenemos conflictos familiares, y la mayoría entendemos que los asuntos de la familia también aparecen inevitablemente en las relaciones personales. No te desmerezcas, pero tampoco te desahogues sobre tu familia con tu cita. No son formas, y puede ser interpretado por tu cita como signo de lo que está por venir.

El odio que sentís hacia tu trabajo

Lo maravilloso de nuestro mundo hoy es que mucha gente puede hacer varios cambios durante su carrera profesional. Si no estamos contentos con nuestro trabajo actual siempre tenemos la opción de cambiar. Monólogos sobre cómo te sentís estancado no inspirarán confianza en tu habilidad para responder eficientemente a situaciones negativas de la vida.

Tampoco tenés que tratar temas triviales en la primera cita. Está muy bien hablar de opiniones políticas y otros asuntos serios cuando estás empezando a conocer a alguien nuevo. Pero tené en cuenta que si vos llevas la mayor parte de la conversación, y la mayoría de lo que decís es negativo, probablemente no vayas a tener una segunda cita.
  Tomado de www.corrientesnoticias.com.ar

jueves, 17 de abril de 2008

Costa Rica: Arias quiere heredar presidencia a una mujer


Completamente de acuerdo, don Oscar.


El presidente costarricense Oscar Arias aseguró el viernes que le gustaría que una mujer le sucediera en el cargo en mayo del 2010 y defendió la reciente designación de la matemática Jeanina del Vecchio como ministra de Seguridad.

"No hay nada que yo aborrezca más que el machismo", dijo Arias a periodistas al concluir los actos de conmemoración del día del héroe nacional Juan Santamaría.

Arias comentó que algunos cuestionan cuál es la experiencia de Del Vecchio en temas de seguridad, pero nunca antes se cuestionaron lo mismo ante nombramientos de abogados, diplomáticos y hasta un agronómo en esa cartera.

"Ese machismo me molesta y me hiere, y por eso seguiré ayudando a que por lo menos haya una candidata, por lo menos, a la presidencia, que me sustituya. Ya la tuvieron Nicaragua, Panamá y la tienen Chile, Alemania, Argentina, y ya llegó el momento de que las mujeres ocupen esas posiciones (en Costa Rica)", destacó el mandatario.

Aunque no se refirió a posibles candidatas, hace unas semanas Arias admitió que no le gustaría "perder" a Laura Chinchilla como vicepresidenta y ministra de Justicia.

El nombre de la funcionaria se menciona con fuerza como eventual aspirante a la candidatura del partido oficialista Liberación Nacional (PLN). Chinchilla no ha dado declaraciones sobre el tema.

Sobre la designación de Del Vecchio, de 62 años, que era diputada del PLN, Arias insistió en que se trata de una persona "firme, capaz de tomar decisiones y sobre todo, con una honestidad a toda prueba" y afirmó que eso es lo que necesita el país, que atraviesa un periodo de descontento popular por los constantes asaltos en las calles, la mayoría solo por robar un teléfono celular y con casos que en ocasiones terminan con un homicidio.

"Hay que actuar con celeridad, pero con prudencia", expresó el gobernante, quien durante el acto oficial firmó un documento junto a los presidentes de la Corte Suprema de Justicia y del Congreso, donde se comprometen a redoblar esfuerzos para recuperar la paz en el país.

Tomado de www.univision.com

Cuando ella gana más que él

 
Aún en naciones desarrolladas los hombres se sienten frustrados, y en ocasiones agresivos, cuando se producen situaciones en los que su "masculinidad" se ve cuestionada. En los casos en los que la mujer obtiene mayores beneficios económicos es todavía mucho más grave
Por Yannerys Paulino /
Se crean conflictos en el hombre cuando su pareja tiene ingresos económicos mayores, ya que a través de los tiempos la responsabilidad de llevar todo a la casa descansaba sobre los hombros de los "machos", a decir de la sicoterapeuta Maite Hernández.

"La inserción de la mujer al mercado laboral ha roto con la dependencia económica fragilizando el poder masculino sobre la familia y en especial sobre la pareja.  Quien paga generalmente es quien decide,  por lo que el hombre se siente vulnerado y amenazado en su imagen de jefe de hogar y dueño del poder", expone la especialista.

Este conjunto de factores mezclado con la imagen de superioridad manifestada por la mujer provoca que el hombre reaccione de manera agresiva, enojándose con frecuencia y agotando todos los recursos que tiene a mano para dejar bien claro quién es que tiene el poder. En algunas situaciones tiende a lastimar la autoestima de la mujer y algunos hasta la agraden físicamente.

Hoy en día, la doctora dice sentir que estos casos  han disminuido, puesto que cada vez son más las mujeres que atraviesan por esta situación, lo que ha provocado que los hombres se manejen con mayor cuidado aceptando el hecho sin traumas y apoyando a su pareja para que esta continué con su ascenso laboral y económico.    

Maite Hernández enfatiza: "Las exhibiciones innecesarias de inteligencia, prepotencia o poder suelen ser recibidas como muestra de pedantería, y generan sentimientos de inferioridad y humillación".
Lo ideal es sostener una adecuada comunicación con la pareja y compartir responsabilidades que permitan la participación de ambos en la toma de decisiones. 
 
Claves para una relación armoniosa
 
Cuando un hombre decide emparejar con una mujer es porque entiende que ella goza de atributos con los que él se siente identificado y aunque tradicionalmente se tenía  la idea de que el hombre era quien debía proveer todo lo relativo a lo económico, hoy en día los roles se han cambiado y la inserción de las damas al mundo laboral ha provocado que en algunos casos ella gane más que él.
 
En este proceso, el diálogo y la comunicación son la clave para manejar con éxito las diferentes situaciones que viven las parejas. Es importante que la mujer evite actitudes arrogantes que le hagan sentir amenazado, cuestionado y sobre todo humillado.
 
Los sicoterapeutas entienden que es importante evitar comentarios que opaquen a su pareja durante las conversaciones, sobre todo delante de la familia y amigos; no permitir que despierten sentimientos de invalidez intelectual en su pareja sin menospreciar su trabajo u ocupación.
 
Los hombres deben aprender a manejar los sentimientos que esta situación les genera para no sentirse amenazados, vulnerados y cuestionados.

Si está atravesando por esta dificultad en su hogar no piense en quién tiene o no la razón.
 
Esa búsqueda lo único que hace es contribuir a que la situación se torne aún más tensa y problemática.
 
Lo importante es entender que en la pareja ambos son igualmente responsables de que las cosas resulten bien y por lo tanto, deben poner de su parte para manejar el momento de manera acertada y con madurez afectiva. 
 
Es por eso que la comunicación juega un papel de mucha valía.
 
 

La mejor forma de atacar el estrés es asumiendo el problema

 
 

 

Según el especialista José María Blunda, los malos momentos pueden ser tomados como una oportunidad para potenciar los "anticuerpos" que los reviertan.

El año laboral está tomando su ritmo y con él sube la adrenalina en cada trabajador que se expone a permanentes situaciones de crisis en la empresa donde desarrolla su tarea o en su círculo familiar.
Generalmente, se acumulan tensiones que devienen en cambios físicos (contracción muscular, respiración rápida y poco profunda, aumento de la tensión arterial, etc.). Estas, y muchas otras, son respuestas automáticas y naturales del cuerpo, que se predispone a una situación de estrés. En las organizaciones, es muy común que esa patología se exprese ante la falta de comunicación entre aquellas personas que conviven en ellas o por promover la gestión de diferencias, señalan los expertos.
"Es común escuchar que un empleado no está asistiendo o su rendimiento se ha visto afectado porque padece de estrés, una enfermedad producto de una inadecuada interacción entre la persona y su entorno (empresa, sociedad, familia) y/o su mundo interior", señala José María Blunda, experto en Desarrollo y Capacitación de Recursos Humanos.
Si bien el estrés es una enfermedad tan antigua como el hombre, los expertos dicen que ya la padecía el hombre de las cavernas cuando debía salir a buscar alimento o se enfrentaba a los animales de esa época. El término "estrés" empezó a utilizarse en el siglo XV y se ha convertido en una de las enfermedades más recurrentes en la actualidad. "Por este motivo, comprender la naturaleza del estrés y cómo se lo gestiona, puede ser de gran ayuda para cualquier persona, pudiendo pasar de ser una fuente de sufrimiento a una oportunidad de enfrentar esta crisis y salir enriquecido, aprendiendo de ella y generando un valioso crecimiento en el proceso de madurez", indica Blunda.
Ser conscientes de los signos que anuncia el estrés, es el primer paso para enfrentar positivamente esta circunstancia en nuestra vida, puntualiza el experto consultado por LA GACETA. Estas señales pueden ser físicas, mentales, emocionales, espirituales o sociales. Y poder advertirlas será el primer paso para encontrar la solución.

Situaciones cotidianas
Aunque muchos creen que el estrés está causado por lo que les sucede en la vida, el estrés, en un alto porcentaje, es producido por la manera de enfrentar y vivir lo que nos sucede.
Sólo para citar algunos ejemplos, hablar en público, enfrentarse con un superior que está disconforme con nuestro desempeño, reiniciar el diálogo con un ser querido, pueden ser vividos como estresantes para algunos, o pueden ser vistos como fuentes de oportunidades para nuestras vidas, para otros.
"Sin ignorar que la respuesta ante el estrés puede estar influenciada por factores como la educación, el ejemplo o las pautas culturales, estamos en condiciones de afirmar que podemos mejorar sustancialmente nuestra respuesta ante la situación estresante", remarca Blunda.
El especialista acota que no es que el estrés se genere por culpa o por responsabilidad directa del que lo padece, "sino que según como perciba lo que está viviendo (sólo como un problema o como una oportunidad para mejorar las cosas), podrán buscarse las herramientas y recursos necesarios para responder efectivamente y mejorar las consecuencias y efectos".
"Cuando conseguimos usar esa tensión para mejorar nuestra respuesta frente al problema, se abre la posibilidad de hacer un uso positivo del estrés, mejorar continuamente y superar los inevitables problemas que la vida nos depara", finaliza Blunda.

Tomado de www.lagaceta.com.ar

 

Incapacidad para demostrar afecto

 
 
Por: Lido Coronado,

 

Quien sufre alexitimia generalmente se muestra indiferente a lo que le rodea y tiende al aislamiento; alto porcentaje de casos ha sufrido carencias afectivas en la infancia, lo que, sin proponérselo, limita su capacidad para demostrar sentimientos, llegando a afectar las relaciones sociales del paciente, incluyendo las familiares; ¿cómo ayudarlo?

El vocablo alexitimia proviene de las raíces griegas a (sin), lexis (palabra) y thimos, (afecto), es decir, sin palabras para los afectos.

En 1972 se asignó el término a personas que muestran incapacidad para identificar en sí mismas el componente afectivo de las emociones y, por tanto, no pueden expresarlas verbalmente.

Pese a que la alexitimia apenas se abre paso entre la psiquiatría a nivel mundial como motivo de investigaciones científicas, en nuestros días puede hacerse una clasificación de la enfermedad:

Primaria. Se debe a predisposición genética o anomalías neurológicas que pueden presentarse al nacer o por efecto del consumo de drogas.

Su fundamento básico parte de que la emoción, en la mayoría de las personas diestras, se localiza en el hemisferio derecho del cerebro y la expresión verbal en el izquierdo, de forma que la poca, o nula, comunicación entre ambas zonas ocasiona incapacidad para expresar y describir sentimientos; cabe destacar que ello no significa que quien la padece no sienta afecto.

Secundaria. Como secuela de un traumatismo emocional grave que bien pudo presentarse en la infancia o de una prolongada situación de intenso estrés, lo que ha sido denominado síndrome o trastorno postraumático, el cual incluye alteraciones físicas y psicológicas en quienes han sufrido horror extremo (violación, tortura, secuestro, desastres naturales o accidentes), el cual puede llegar a ser incapacitante.

Lo anterior se observó en un estudio científico con supervivientes de los campos de concentración nazis y veteranos de la guerra de Vietnam.

Los especialistas lo explican como un mecanismo de defensa y de negación ante traumas y conflictos, que reprime tajantemente los sentimientos.

Por otra parte, algunos investigadores relacionan estrechamente al factor sociocultural con la alexitimia, del cual forman parte los modelos de comunicación familiar y de aprendizaje social.

Mire usted, un bebé es incapaz de hablar o de organizar sus experiencias emocionales a causa de su inmadurez verbalizadora, por lo cual depende de otra persona para aprender a identificar y manejar sus estados emocionales.

Es así que la enseñanza de cariño de quienes lo rodean permitirán al niño expresarse, al mismo tiempo que va creciendo mentalmente.

Las constantes anomalías en la comunicación madre-hijo, e incluso padre-hijo, son factores que promueven el desarrollo de esta enfermedad.

Rasgos

Si bien la alexitimia puede aparecer a cualquier edad, incluso desde la infancia, va aumentando con la edad, de modo que por cada 10 jóvenes afectados hay 14 adultos.

El catedrático de la Universidad Complutense de Madrid Dr. Francisco Alonso-Fernández señala que puede hablarse de dos tipos de pacientes con alexitimia: "los que ni sienten ni expresan, y los que sienten pero no expresan".

En ambos casos comparten los mismos rasgos que un paciente con depresión, pero en el alexitímico serán más acentuados:

* Anhedonia (incapacidad para experimentar placer). * Ausencia de apetito sexual.

* Conformismo. * Desplazamientos rígidos y lentos. * Dificultad para establecer vínculos afectivos.

* Falta de energía. * Impulsividad. * Incapacidad para reconocer los estados emocionales ajenos.

* Nula comunicación; se muestran serios y aburridos. * Poca o nula actividad imaginativa, de fantasía o sueños.

* Tendencia a establecer relaciones interpersonales estereotipadas, ya sea de dependencia o de aislamiento.

* Visión poco clara de la realidad.

La alexitimia es más común en los hombres, de hecho, por cada 10 varones con este problema sólo hay dos mujeres.

La explicación se debe a que la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales femeninos es mejor, a diferencia de los masculinos, ya que la estructura que los une (cuerpo calloso) es más voluminoso, lo que facilita mejor interconexión neuronal.

El poco tiempo que la alexitimia tiene de haberse incorporado a la ciencia como motivo de estudio, hace que aun se preste a muchas interrogantes.

Una de ellas es el tratamiento, ya que el primer paso para superar el problema es reconocer que se tiene, lo cual, como en muchos trastornos mentales o neurológicos, difícilmente es aceptado por el paciente.

Una vez superado este obstáculo debe hacérsele ver la necesidad de ayuda mediante terapias psicológicas apoyadas en alto porcentaje de casos por medicamentos (neurolépticos, ansiolíticos -ambos son tranquilizantes, prescritos para el tratamiento de ansiedad- o antidepresivos).

La ciencia no se detiene y aun se sigue investigando sobre la alexitimia. Es así que igualmente se tienen incipientes indicios de relacionarlo a individuos que han padecido adicciones (alcohol, drogas o conducta sexual compulsiva), hipertensión, artritis reumatoide, enfermedades inflamatorias intestinales (úlcera o colitis), en mujeres durante el síndrome premenstrual y en pacientes con trastornos de conducta alimentaria, como obesidad, anorexia (ausencia de apetito y distorsión del enfermo en cuento a su imagen corporal por temor extremo a la obesidad) y bulimia (igualmente, por miedo al sobrepeso el paciente suele comer compulsivamente y posteriormente toma laxantes, se provoca vómito, ayuna o hace ejercicio en extremo para no alterar su figura).

Asimismo, algunos estudios han arrojado resultados primarios al relacionar el padecimiento con personas que sufren trastornos psicosomáticos, es decir, dolencias físicas sin causa aparente creados por la mente, generalmente como consecuencia de problemas emocionales (depresión y ansiedad).

Finalmente, el Dr. Alonso-Fernández, miembro de la Real Academia Española de Medicina, identifica una pregunta clave para descubrir este padecimiento: ¿cómo se sentiría si viera venir hacia usted un camión a más de 100 kilómetros por hora? El psiquiatra indica que mientras la respuesta más habitual es "me sentiría aterrado o paralizado o echaría a correr", el alexitímico contestaría sin dudar "no sé", y se quedaría muy tranquilo sin preocuparse por tal cuestión.

 

Usted puede ser víctima del "síndrome del quemado"

 
 

El también llamado burn out, es una patología moderna que ataca cada vez más. Sepa cuáles son los síntomas y cómo prevenirla.

 

Por Lorena Tapia Garzón

  
Si usted padece dificultades para dormir, malestares físicos, irritabilidad, ansiedad, poca autoestima, bajo rendimiento en el trabajo o sensación de frustración, seguramente está literalmente "quemado". O, para ser más precisos, padece el " síndrome del quemado", o "síndrome del burn out", en inglés.

No es para menos, esta patología moderna está directamente relacionada con el estrés crónico, y suele ser el resultado de un trabajo sobreexigente y demandante, que, si no es tratado a tiempo, puede terminar en una "franca depresión o en ataques de pánico", según explicó a Perfil.com el doctor Marcelo Cetkovich, miembro de la Asociación Argentina de Psiquiatras.

"Todos estamos preparados para lidiar con el estrés y tenemos la capacidad para adaptarnos. El problema es cuando esa capacidad está excedida. Como una biblioteca cargada de libros puede caer, a nosotros nos pasa igual. Podemos padecer hasta problemas digestivos y cardiovasculares sino lo paramos a tiempo", explica el médico psiquiatra.

La patología como tal no supera los 15 años desde que fue detectada y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alcanza principalmente a mujeres y hombres de entre 25 y 40 años. Además, se estima que más de 490 millones de personas sufren de neurosis y estrés en el mundo.

Si bien no hay cifras precisas sobre estos casos en la Argentina, los especialistas consultados por Perfil.com coinciden al señalar que aparecen cada vez más casos de gente con este síndrome. "Cada vez llegan más estos casos a los consultorios, en los que también influye la histeria social", explica Claudio Goscilo, psicólogo y docente de la UBA. El especialista cuenta que el conflicto entre el Gobierno y el campo, el paro agropecuario y los cacerolazos contra las retenciones fue un problema de estrés que mucha gente llevó a los consultorios.

La psicoanalista Alicia Díaz Farina, directora de la asociación civil Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires, explicó a Perfil.com que, para detener este trastorno, "primero hay que registrarlo", para luego "cada uno pensar cómo poner freno a esta situación". Según la especialista, algunos casos requieren sólo reordenar su actividad laboral o tomarse unas vacaciones, pero otros "requieren directamente un tratamiento".

"Cuando empezamos a preocuparnos cada vez más por el trabajo, a no dormir bien, a no poder despegarnos de los temas laborales, es necesario parar un poco y hacer una consulta. Pero más que tratarse debe prevenirse, respetar los espacios personales fuera del horario laboral, como los espacios de esparcimiento y la vida familiar", aconseja Cetkovich.

Ya en 2006, un estudio realizado por científicos británicos del University College of London Medical School indicaba que el estrés laboral crónico y sostenido eleva a más del doble el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Tomado de www.perfil.com
 

miércoles, 16 de abril de 2008

Escrito por un machista

Elogio de la mujer brava

Por: Héctor Abad


A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población
masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido.
Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viragos,
marimachos. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles
pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos
detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos,
machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan
instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad,
atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y
por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y
mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la
boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases
amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta,
elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas.
Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer
buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros.
Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con
una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los
noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles
(te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera
disposición, en apariencia como si nos dijeran 'no más usted me avisa y yo
le abro las piernas', siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de
líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que
requieren más tiempo, y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas
mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan, y por eso
seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no
pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten,
regañan, contradicen, hablan, y sólo se desnudan si les da la gana.

Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas,
o tiradas, o arrinconadas, en silencio, y de ser posible en roles
subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más,
saben más, tienen más disciplina, más iniciativa, y quizá por eso mismo les
queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al
burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera
tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese
fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que
es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha
radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a
conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas,
nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a
punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es
agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie
manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más)
entonces ellas también se declaran jartas por la noche, y de mal humor, y lo
más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las
veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son
mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y
tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras
(mirémonos el pecho también nosotros, y los pies, las mejillas, los
poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero
son sabias para vivir y para amar, y si alguna vez en la vida se necesita un
consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el
trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no
las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la
que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo
eso.

Somos animalitos todavía, los varones machistas, y es inútil pedir que
dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras
ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que
hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa
herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales,
si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que
esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen,
joden y protestan, son las más desafiantes, y por eso mismo las más
estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede
establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en
abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza: nos dan
ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida
larga y de conocimiento.

Abad Faciolince, Héctor

 

miércoles, 9 de abril de 2008

Diez tips para un matrimonio feliz

 
Una vez que haya terminado la ardua búsqueda de la persona con la que desea pasar el resto de su vida, pese a lo que se cree, empiezan los problemas. Cómo hacer de la convivencia algo placentero
Más de una vez se escuchó eso de que la convivencia no es nada fácil. A pesar de que vivir con la persona amada debe ser de lo más hermoso que existe, conocerla (a la persona) en aspectos que nunca habían experimentado puede resultar engorroso.

El sitio Terra.com publicó que compartir la alegría por los logros cumplidos, contar con el apoyo del otro, y luchar para que tanto sus metas como las de la pareja se realicen no se logra de la noche a la mañana. Es más, se requiere de paciencia y de la palabra clave: sacrificio, dado que el éxito de un matrimonio radica en entender a la otra persona y estar dispuesto a ceder un poco para el bienestar de ambos.

Por trillado que parezca, "la" clave es la comunicación. Hacerle saber al otro lo que le gusta y lo que le molesta. Asimismo, los besos, las caricias y los gestos son otra manera de decirle "Te amo" o "Te estoy odiando".

Diez claves para mantenerse unidos
Apoyo mutuo

Apóyense el uno al otro en público, esto les dará seguridad. Sean cómplices y bríndense compañía. Además de amantes sean amigos y cuéntese las cosas positivas y negativas que pasan en su vida.

Cultivar el amor con detalles
Sorprenderse con pequeños detalles, una carta escondida, una cena especial, su dulce favorito, una foto de los dos, una invitación a cine o teatro. Saludarse todas las mañanas cariñosamente, como si se acabaran de encontrar y despedirse con un beso cada vez que uno salga de casa.

Celebra cumpleaños, el día de su aniversario, y las fechas que sean importantes. Otro aspecto que los hará sentir más unidos es llevar el anillo de bodas siempre, esto le dará confianza a tu pareja.

Nunca se hieran
Cuando conviven se conocen tan bien que saben exactamente lo que más le puede doler al otro. Pero nunca usen esa parte vulnerable para lastimarse y herirse pues una vez se cruza la línea del respeto será muy difícil echar para atrás.

Ser sensible, comprensivo y positivo
Escuchar sus problemas y quejas, tratar de entender por qué molestan determinadas cosas. Ceder un poco pero darle a entender que deberá hacer lo mismo, pues el matrimonio no es una lucha de poderes.

Discúlpense cuando sea necesario
Admitir cuando se está equivocado. Si sabe que cometió un error es bueno remediarlo y no volverlo a hacer.

Sexo candente
El sexo es muy importante. Practicar nuevas experiencias que aumenten el placer, planear citas con la pareja, hablar sobre lo que les gusta y preguntarse qué es lo que más disfrutan.

No se dejen llevar por el dinero
Uno de los aspectos más difíciles de la vida en pareja puede ser el manejo del dinero mutuo. Lo ideal es ser responsables y comprometidos con las cuentas del hogar para que todo esté claro, es indispensable dividirse los gastos de acuerdo con los ingresos de ambos.

Dejar atrás las heridas del pasado
Nada de recordar o echar en cara lo que el otro hizo antes y si lo perdonó debe tener claro que es un tema superado. Y si fue otra persona quien la/lo lastimó, recuerde que no todos son iguales.

Siempre lindos
Un error común es pensar que porque ya están en confianza y en casa no hay motivo para arreglarse. Como ya no están de conquista las personas tienden a descuidar la apariencia, lo cual se convierte en un error fatal porque el sex appeal se anula por completo.

Vida para dos
Tomen decisiones en pareja y para su futuro, esto los ayudará a mantenerse juntos. Además permítanse momentos de romance como compartir una canción, un lugar, eso los hará cómplices. Salgan una vez a la semana a hacer un plan diferente pero los dos solos.

Aunque es importante la privacidad que dan esos momentos no dejar de lado a los amigos y tener momentos de independencia resulta positivo.
Tomado de www.infobae.com

El ranking de situaciones más estresantes

 
Por Valeria Chávez
 
Pese a que para cada uno los problemas propios sean los más relevantes, clínicamente existe una escala de vivencias traumáticas. Infobae.com consultó a un profesional para saber cuándo es momento de pedir ayuda
 
Mucho se habla y poco se sabe del estrés. En realidad, hoy en día todo se atribuye al estrés. Pero ¿qué es? El diccionario lo define como toda demanda física o psicológica fuera de lo habitual y bajo presión que se le haga al organismo provocándole un estado ansioso. En la mayoría de los casos llegamos al estrés por demandas grandes para nuestro organismo.

Ahora bien, ¿cuáles son las situaciones más estresantes?

El doctor en Psicología Gustavo Bustamante dijo a Infobae.com que "existe una escala", encabezada por "perder un hijo, perder un cónyuge o cualquier tipo de duelo".

Después de éstas -según el vicepresidente de Fobia Club- se encuentran las categorías por edad, entre las que ubicó para la edad adulta perder el empleo y, entre los jóvenes, rendir mal una materia o tener que abandonar una carrera universitaria.

"Un estresor puede ser perder un noviazgo. O una separación", agregó el profesional, quien consideró también estresantes las circunstancias ligadas al cambio de residencia (mudarse).

Asimismo, destacó que cada una de esas situaciones puede ser "activadora o desencadenante de otro tipo de patología", pero no necesariamente es la causal.

Así, "a partir de una de estas vivencias, una persona podría empezar a sufrir depresión", para lo cual, además, hay que tener una cierta predisposición genética.

De igual manera -ejemplificó Bustamante- "un fóbico social puede experimentar una mudanza como una situación de mucho riesgo", en el sentido de que implicará adaptarse a todo un contexto desconocido, con todo lo que eso conlleva para ese tipo de personas.

Ante la pregunta de si se puede hacer algo para atravesar estas situaciones -muchas inevitables, por cierto- lo mejor posible, el profesional diferenció dos factores: frente a un estresor la persona analizará cuán grave o severa es la situación y su capacidad para resolverla.

Así, "si se siente incapaz va a necesitar apoyo y si cree que podrá sortearlo sin mayores complicaciones lo hará solo".

"Hay muchas personas que están muy angustiadas y toman eso como motivador para hacer otras cosas", destacó Bustamante.

En ese sentido, el médico identificó las señales que debería evidenciar alguien como signo de que no podrá salir solo de una situación estresante: "Cuando algo empieza a fallar. Cuando aparecen síntomas como insomnio, taquicardia, crisis de pánico. O la persona pierde la concentración y se muestra irritable".

También la aparición de alteraciones físicas, como pérdida de peso o pelo, deberán ser tenidas en cuenta como indicadores de que "el estrés alteró la calidad de vida".

"A lo largo de la vida todos pasamos por situaciones como estas", remarcó el profesional, y consideró: "Después, según la capacidad de cada uno, veremos si se crea una patología a partir de elloa o no. De ello dependerá mantenernos con un mejor estado de salud mental".
 
Tomado de www.infobae.com

Auxilio: mis papás no dejan de pelear



Ser parte de una familia significa arrimar el hombro e intentar hacerle la vida mejor a los demás. Las discusiones suceden y no pasa nada. Con amor, comprensión y un poco de esfuerzo, las familias pueden solucionar casi cualquier problema.

Camila añora volver a los años en los que se dormía temprano y no se daba cuenta de lo que pasaba en la habitación de sus padres en la noche. Le gustaría no entender cuando ellos se gritan y pensar, como lo hacía cuando era pequeña, que hablaban más duro de lo normal para que cada uno recordara las cosas.

Pero ahora todo es diferente y a diario le toca presenciar una pelea de sus padres, ya sea por una camisa o por una cuenta por pagar.

Al dialogar con ellos sobre esto, ambos coinciden en decirle que son problemas de pareja que siempre tienen solución, o que simplemente es una crisis por la que están atravesando pero que nada tiene que ver con ella.

Ambas respuestas son verdaderas si se analiza lo que es la convivencia de dos personas que deciden unirse y casarse. Pero Camila no se aguanta la situación y ha llegado a pensar que irse a vivir a donde su abuela puede ser una alternativa para que ellos tengan tiempo de estar solos y compartir momentos en los que se puedan solucionar los conflictos por los que están pasando.

Aunque le comentó a la psicóloga del colegio lo que le pasaba y lo mal que se sentía de solo pensar que se podría terminar su familia, la estudiante de 16 años cree que huir sigue siendo lo mejor para ayudarlos.

 

No es por ti

Algo que deben tener en cuenta los hijos al momento de ver o escuchar a sus padres peleando por cualquier motivo, es que ellos no son los culpables de la discusión. La convivencia de una pareja es difícil y no siempre se tienen los mismos puntos de vista para determinadas situaciones.

Si tus padres están juntos fue precisamente porque no eran iguales, porque se diferenciaban en algunas cosas que los hicieron ser más interesantes y atraerse. Así que no te preocupes, todo problema tiene su solución, hay que darle tiempo y ponerle ganas para que se encuentre el camino correcto y se llegue a la felicidad.

 

¿Qué hacer?

Es importante recordar que, cuando tus padres discuten, la discusión es entre ellos y que no te implica. Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es mantenerte al margen e irte a otra parte de la casa cuando discutan. O sea que vete a tu habitación, cierra la puerta y busca algo con qué entretenerte hasta que dejen de discutir. El papel de los hijos no consiste en hacer de árbitros.

Sin embargo llega un momento en que sientes que simplemente vas a estallar, que vas a reventar y ya no puedes aguantar nada más. Cuando las discusiones van demasiado lejos puedes explicarle a otra persona lo que está pasando en su casa. Hablar con otros familiares, un profesor, el psicólogo del colegio o cualquier adulto en quien confíes sobre las peleas de tu casa, te puede servir de ayuda para solucionar los problemas.

* Concepto entregado por el psicólogo especialista en familia Alexánder Toro.

 

Peleas por todo

Cuando se llevan varios años de convivencia puede resultar normal que existan las peleas porque no se está de acuerdo en todo. Puede ser el dinero, el orden o las próximas vacaciones las que lleven a los padres a discutir por cualquier cosa.

Una discusión parte de una charla en la que se exponen los puntos de vista y se da la oportunidad al otro de expresar lo que siente. Pero cuando no se llega a un acuerdo puede surgir la discusión, la cual lleva a las palabras.

En muchas ocasiones las palabras pasan a ser ofensivas, y el tono pasa a ser un grito, que cada vez perturba más la tranquilidad del hogar. Lo importante de esto, es que una para una pelea se necesitan dos, y siempre existirá uno de tus padres que no quiera discutir y todo termine allí.

Otra situación que se presenta son las peleas silenciosas, aquellas en las que preguntas por algo y por insignificante que sea no recibes respuesta alguna, pues tus padres están en una discusión que los lleva al silencio.

Existen varias posibilidades pero debes recordar que después de un largo día de trabajo, de las preocupaciones económicas o de los gastos, las tensiones de tus padres son mayores y llegan a discutir, por lo que siempre debes estar para apoyarlos y no para contribuir en una pelea más.

* Concepto entregado por la psicóloga Marcela Ochoa.

 

Golpes van, golpes vienen

Algunas veces las discusiones y peleas que tienen los padres llegan muy lejos y comienzan a agredirse ya no de manera verbal, sino que acuden a los empujones, se lanzan cosas y se golpean.

Ninguna de estas actitudes es recomendada. Más bien es una señal de alerta que debes tener en cuenta para que no pase a mayores. Debes buscar la ayuda de alguien que les permita solucionar este problema.

Si en una familia hay muchas peleas, lo más seguro es que hay lesiones, algunas que son escondidas para que los hijos, compañeros y familia no lo noten. Por esto es importante que acudan a los psicólogos o a los terapeutas de familia que son los encargados de ayudar en este tipo de situaciones y mejorar el entorno familiar. No dudes en hablar.

 

Las reglas para sostener una discusión

Es cierto que es difícil pensar con la razón cuando se está de mal genio, pero estas son unas sencillas reglas que harán que su relación no se enrede por una simple discusión.

- No injuriar al otro

- No amenazar no con irse de la casa ni mucho menos con hacerse daño quitándose la vida.

- No referirse de forma negativa a los amigos o familiares de la otra persona.

- No despreciar las capacidades que tiene el otro.

- No ponga en duda la buena voluntad de su pareja, es decir, no piense que es lo peor y que es capaz de hacer lo que sea para causarle daño.

- No grite.

- No utilice un lenguaje despectivo.

- No interrumpa.

- Nunca ventile sus problemas en público, lo que tengan que resolver háganlo solo entre los dos.

- No actúe a la defensiva.

- Pregunte sin ofender y responda sin defender.

- Evite las frases: "tu nunca" o "tu siempre".

- Reconozca sus errores y aprenda a pedir perdón.

- No conteste un reclamo con otro igual.

* Tomado de El Colombiano.

Tomado de www.lapatria.com

martes, 8 de abril de 2008

Sabe usted: ¿Qué es el bulling?

Nature

 

 

La palabra "bulling" en inglés significa maltrato e intimidación entre iguales. En el colegio, y en otras actividades de nuestra sociedad, se dan situaciones de acoso. En las que  algunos alumnos intimidan y humillan a otros compañeros que son más débiles o vulnerables.
Se considera maltrato a "toda acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos/as o entre un alumno/a y un grupo de compañeros, en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores"

A veces se interpreta como bulling situaciones de conflicto o peleas  puntuales entre iguales. Éstas, aunque reprobables, no son situaciones de bulling. Ya que para que sean consideradas como tal debe haber un componente de repetitividad en el tiempo, así como una intención premeditada de producir daño. Del mismo modo hay que distinguir el maltrato o bulling de conductas antisociales o criminales como agresiones con armas punzantes o agresiones sexuales. Hechos que deben ser inmediatamente denunciados a la policía.

¿Cómo es el agresor? ¿Qué tipo de niño o adolescente puede cometer estos actos de crueldad con sus semejantes? Una característica compartida por los agresores es la falta de empatía, es decir, la incapacidad de ponerse en el lugar del otro. No piensan que sus actos repercuten en otra persona que los siente y padece como un tormento, incluso puede llegar a pensar que la víctima se lo merece. A pesar de la impopularidad del agresor entre los compañeros, consigue el reconocimiento de estos demostrando que es fuerte al producir miedo y prepotencia. El Bulling en muchos casos puede convertirse en la antesala de la conducta delictiva posterior. Los agresores suelen ser también personas con una muy baja autoestima y que descargan su frustración con los más débiles, o al menos a los que ellos perciben como más débiles.
 
La víctima puede ser cualquiera: el gordito, el que lleva gafas, el que se incorpora tarde… Pero sí suele coincidir que son niños con una falta de asertividad (una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido) y de competencia social. La víctima así considerada, sufrirá debido al Bulling una falta de autoestima social, altas dosis de fracaso escolar, una ansiedad anticipatoria ya que cuando sale del colegio no termina el problema, sino que ya comienza a anticipar lo que se será el infierno de mañana, mostrando por tanto un rechazo al entorno escolar que se traduce en estrés. El niño tenderá a sentirse indefenso, tendrá una creciente fobia a la escolarización, tendencia a la depresión e impulsos suicidas. En algunos casos se ha llegado a culpabilizar de la situación que está viviendo, ya que cada acto de humillación mina su autoestima un poco más.
 
Pero no solo son víctimas los niños que sufren de Bulling, los espectadores de los casos de maltrato en la escuela miran hacia otro lado, lo que hace que lleguen a creerse que el fuerte tiene poder, y que es justo que así sea o que se meten con ese niño porque es un "pringao" y se refuerzan posturas egoístas ("mientras no me toque a mí"). Puede llevar a los niños a no valorar la violencia que ocurre a su alrededor, llegando a una cierta insensibilización.
 
Pero, ¿qué podemos hacer si nuestro hijo o hija está siendo víctima del Bulling?  Escuchar a nuestro hijo sin menospreciarlo ni comentando que "eso es cosa de chicos", ya que la violencia no es algo natural. Deberemos indagar discretamente si realmente ha ocurrido eso que nos cuenta. En caso afirmativo, y sin más demora, debemos contactar con el colegio, solicitando la intervención y cooperación del profesorado, fijando una estrategia de intervención para detener el daño que se está produciendo, y para tratar a medio y largo plazo las relaciones entre los involucrados.
 
Otras acciones muy convenientes para evitar, sabiendo que cualquiera puede ser víctima del Bulling, que nuestros hijos se conviertan en víctimas son el potenciar su autoestima y confianza en sí mismos. Es muy conveniente el potenciar en ellos la amistad ya que la falta de amigos incrementa el riesgo de convertirse en víctima y hace que disminuya más su impopularidad y su aislamiento. A nuestros hijos hay que ayudarles para que sean amigos de todos y muestren especial simpatía hacia los que se encuentran más solos. Podemos aprovechar los últimos casos de Bulling difundidos por la TV para hablar con nuestros hijos. Puede ser que halla sido espectador de alguna situación de abuso y es bueno el hablar con él para saber qué piensa, qué soluciones podrían dar, para orientarle y ayudarle a formar su conciencia. Como siempre, una buena comunicación entre los padres y los hijos puede ayudarnos a prevenir y, en caso de sufrirla o bien ser espectador de esa violencia, podremos adelantarnos a buscar una solución o bien a minimizar y formar adecuadamente.

Tomado de www.territoriodigital.com